Alimento Diario - 9 de Abril, 2012

Una vida inusual

Lunes de Pascua

“El que da testimonio de estas cosas, dice: ‘Sí, vengo pronto’. Amén ¡Ven, Señor Jesús! Que la gracia del Señor Jesús sea con todos Amén. Apocalipsis 22:20-21

Sería un error pensar que todos los que leen esta devoción van a vivir otra Pascua. Ninguna persona sabe el día o la hora en que dejará este mundo. Cuando estaba buscando material para preparar estas devociones, encontré una historia que no pude usar, pero que no dejó de dar vueltas en mi mente. Así es que le pido que acepte esta última historia como un regalo extra.

Era mediado de octubre, pleno otoño, y los árboles que bordeaban la autopista estaban cubiertos de hojas doradas y rojas. Al tomar una curva, tanto la madre como su hija no pudieron más que asombrarse ante lo esplendoroso del paisaje. “¿No es magnífico que Dios haga algo tan precioso justo antes que todo se vaya a dormir?”, dijo la hija. La madre contestó con un suspiro: “¿No sería lindo si hiciera lo mismo con las personas?” La hija miró el cabello blanco de su madre, y pensó: “A veces lo hace”.

Este lunes después de Pascua, cuando la vida retorna a la rutina usual, vivamos con alegría por la gloria de nuestro Salvador inusual y su amor inusual por nosotros. Vivamos de tal forma que, quienes nos rodean, puedan ver el amor de Jesús en nuestras vidas antes que nos vayamos a dormir.

ORACIÓN: Señor Jesús, tú te has entregado por mí. Ayúdame a entregarme a ti y a los demás en respuesta a tu amor. Amén.

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