Practicar lo que se predica
¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no le das importancia a la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: ‘Déjame sacarte la astilla del ojo’, cuando ahí tienes una viga en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano. Mateo 7:3-5
El Departamento de Salud del Condado de Fairfield tuvo que cerrar sus puertas para que el edificio fuera fumigado, ya que estaba infestado de pulgas.
Indudablemente fue una decisión correcta, a pesar que el comisionado dijo que esos insectos no son un peligro a la salud.
¿Cómo? Ciertamente la decisión fue acertada, pero decir que las pulgas no son un peligro para la salud, es contraproducente. Es muy difícil decirle a la población que mantenga ciertos estándares de salubridad, cuando pequeños insectos están saltando alrededor de uno.
Tal como Jesús lo advirtiera, de alguna forma el mensaje parece un poco hipócrita, algo que Jesús jamás fue. Al contrario, él siempre dijo la verdad, todo lo que hizo fue perfecto, y todo lo que prometió lo cumplió. Por lo tanto, si Jesús dijo algo, podemos estar seguros de que es cierto.
¿Qué clase de “algo”? Algo como que él vino a buscar y salvar al perdido, a sanar a quienes necesitaban un médico, a sufrir, morir y resucitar para que todos podamos ser salvados.
Y esa es la verdad de Dios.
ORACIÓN: Señor y Salvador, perdóname cuando actúo con soberbia y cuando doy órdenes a mis hermanos en lugar de ayudarlos, y enséñame a amarte más a ti, a tu verdad y tu sabiduría. Permite que crea en tu Palabra y confíe en tu obra. En tu nombre. Amén.
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