Junio 24/25
Jesucristo, nuestro Juez
2 CORINTIOS 5.6-10
La Biblia dice que Jesucristo juzgará a toda persona que haya vivido (Hch 10.42). Quienes rechacen su oferta de salvación enfrentarán el juicio ante el trono blanco —la última parada de los incrédulos antes de una eternidad desterrados de la presencia de Dios. Los creyentes también estarán delante de Jesús, momento en el que finalmente llegarán a comprender su gracia desmedida.
En 1 Corintios 4.5, Pablo afirma que Cristo revelará la motivación oculta en el corazón de los creyentes. Algunos tienen la idea equivocada que todos sus pecados quedarán a la vista de todo el mundo, pero la Biblia no apoya ese concepto.
El Señor Jesús revelará al creyente la verdadera naturaleza de su corazón. Cada acto de desobediencia, actitud equivocada y palabra hiriente serán juzgados. Cuando la Biblia dice que Jesucristo enjugará las lágrimas de nuestros ojos, se refiere a ese momento (Is 25.8). Estaremos de pie en la santa presencia del Salvador, apenados por lo indignos que fuimos de su sacrificio. Pero la tristeza durará solo un momento. De inmediato vendrá el tremendo gozo de haber recibido el perdón y vivido una vida agradable a Él. El juicio de Cristo no es un castigo, sino un recordatorio de que somos perdonados. Al final, entenderemos por completo la profundidad y la amplitud de su gracia.
Los creyentes no tendrán que acobardarse en el juicio. Tampoco será un momento para arrepentirse, porque el tiempo habrá pasado. Estaremos delante de Dios, vestidos con la justicia de Cristo, y perdonados de cada pecado. Y comprenderemos, por fin, cuán grande es el amor de Dios por nosotros.
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