Crosswalk.com

El Camino Bíblico - 8 de Sepa

 

Lea Ezekiel 25

En la lectura de hoy:

Las naciones gentiles son juzgadas; el juicio sobre el rey de Tiro y el destino de Satanás quien lo inspiró; la reunión futura de Israel

Tiro era una de las ciudades más enriquecidas del mundo. Sus riquezas no fueron obtenidas por sus guerras, como fueron las de Babilonia, pero por medio de su comercio. Su flotilla (armada) de barcos fue la más grande entre todas las naciones. Ezequiel profetizó: « . . . vino a mí Palabra de Jehová, diciendo . . . He aquí Yo estoy contra ti, oh Tiro» (la reina orgullosa del mar) (Ezequiel 26:1,3). Dios le predijo que Tiro iba a ser completamente destruida, no sólo por su idolatría inmoral, pero también por sus celos contra la ciudad elegida de Dios. Tiro se regocijó sobre la caída de Jerusalén porque así ya no más existiría su mayor competidor, y dijo: «Ea, bien; quebrantada está la que era puerta de las naciones . . . yo seré llena, (prosperada) y ella (Jerusalén) desierta» (26:2).

La profecía de Ezequiel con sus detalles sobre la destrucción de Tiro nos deja sin dudas que solamente Dios, quien gobierna sobre cada detalle de los asuntos de esta tierra, puede decir: «Y demolerán los muros de Tiro, y derribarán sus torres; y barreré de ella hasta su polvo, y la dejaré como una peña lisa. Tendedero de redes será en medio del mar (su isla capital), porque Yo he hablado, dice Jehová el Señor . . . y nunca más serás edificada» (26:4-5,14).

Nabucodonosor sitió a Tiro por trece años y completamente destruyó la tierra de la principal ciudad. Durante ese largo tiempo, la administración de la ciudad y todas sus riquezas fueron llevadas a una isla cerca de su costa. Más de dos siglos pasaron hasta que Alejandro Magno sitió a Tiro, la cual era solamente una ciudad sobre una isla cerca de un kilómetro de la costa. Sabiendo que Alejandro no tenía una flotilla, sus hombres usaron las piedras de la antigua ciudad para edificar un puente que llegara hasta la isla y poder destruirla tal y como fue profetizado: «y nunca más serás hallada» (26:20-21). El pueblo de Tiro más nunca llegó a ser un poder mundial.

Tiro debe ser un ejemplo a las personas que se regocijan cuando su competición cae en bancarrota, o para el «creyente» que tiene resentimiento contra el éxito de sus «competidores» en la iglesia o en los negocios: «Y manifiestas son las obras (prácticas) de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios» (Gálatas 5:19-21).

Pensamiento para hoy:

En medio de las tentaciones, vamos a determinar en nuestros corazones que nos vamos a mantener fieles a Dios.

Lectura opcional: Apocalipsis 13

Versículo de la semana para aprender de memoria:

Juan 1:10