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El Camino Bíblico - 19 de Sepa


Lea Hosea 1

En la lectura de hoy:

Israel es comparado a una esposa infiel; el juicio sobre un Israel adúltero; Jehová se aleja de Su pueblo; se insiste el arrepentimiento

Jeroboam II fue rey cuando el reino del norte estaba al final de su existencia. A él le siguieron los breves reinos de Zacarías, Salum, Manahem, Pekaía, Peka, y el rey Oseas (no el profeta). Durante ese tiempo, Oseas, Abdías, Jonás, Amós, y probablemente Joel, eran los profetas de Dios.

Jeroboam II siguió el malvado ejemplo de Jeroboam I, el primer rey de las diez tribus del norte de Israel, las cuales se separaron del reino unido después de la muerte de Salomón (I de Reyes 11:26-40; 12:2-20).

El nivel moral y espiritual de los israelitas había declinado tanto que se habían unido a los sodomitas (una secta de hombres homosexuales): «Hubo también sodomitas en la tierra, e hicieron conforme a todas las abominaciones de las naciones que Jehová había echado delante de los hijos de Israel» (de Canaán) (14:24). Ni aun uno de los 19 reyes del reino del norte de Israel trató de guiar a su pueblo a la adoración de Dios en Jerusalén tal y como Dios se lo había instruido. Fue bajo estas circunstancias que: «Palabra de Jehová que vino a Oseas . . . en (los) días . . . de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel. . . . (Porque) no Me compadeceré más de la casa de Israel, sino que los quitaré del todo» (Oseas 1:1-6).

El Señor habló contra Su pueblo por medio de Oseas, diciendo: «Oíd Palabra de Jehová . . . porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen . . . » (4:1-2). Dios les reveló las consecuencias de sus pecados, diciéndoles: «Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, Yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la Ley de tu Dios, también Yo Me olvidaré de tus hijos» (4:6).

Los reyes de Israel, junto con sus líderes políticos y religiosos, se negaron a ver la importancia de la obediencia a la Palabra de Dios. En los días de Su vida aquí en la tierra, Jesús oró «Y esta es la vida eterna: que te conozcan a Ti, el Único Dios Verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. . . . Yo les he dado Tu Palabra; y el mundo los aborreció; porque no son del mundo, como tampoco Yo soy del mundo. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. . . . Santifícalos en Tu verdad; Tu Palabra es verdad» (Juan 17:3,14-15,17).

Pensamiento para hoy:

El verdadero amor para con el Señor se expresa por medio de nuestras vidas cuando perdonamos a los que nos ofenden.

Versículo de la semana para aprender de memoria: Juan 1:12