No logro conciliar el sueño…
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Juan 16:33
Estamos viviendo una época de desastres naturales, enfermedades sin cura, caos y desolación. Un tiempo en donde la tasa del desempleo está al máximo y el índice de criminalidad rebosa cualquier límite razonable. El dolor y la angustia parecen reinar en el mundo, mientras se “burlan” descaradamente de una humanidad vulnerable e impotentemente. Junto con la estabilidad que se ha llevado la violencia, catástrofes y problemas financieros, también vemos nuestra tranquilidad, calma y descanso escaparse de nuestras manos como agua.
Mucha gente desmaya en tiempos como estos, su fe y su Dios parecen desvanecerse en medio de la tragedia. Su alma pierde el alivio y conciliar el sueño se convierte en una tarea casi imposible. Métodos como la relajación, meditación y ejercicios para la “buena vibra” se han hecho muy populares por estos días, prometiendo traer descanso y paz al ser humano, sin embargo aquellos que practican tales disciplinas continúan sumidos en su desesperación, causando que muchos pierdan toda esperanza.
Es necesario entender que mientras estemos en este mundo tendremos aflicción. El pecado y la desobediencia a Dios ha causado que aun la tierra sufra las consecuencias, y por supuesto los que habitamos en ella. SOLO en Jesús hay paz, en sus promesas, en sus palabras de vida y en su obra redentora en la cruz del calvario. Jesús quiere hacerte entender que no son los consejos, las estadísticas o la bolsa de valores los que te darán el reposo que tu alma tan desesperadamente anhela, SOLO Jesús ha vencido al mundo y a la misma muerte, SOLO Él tiene el poder para darte consuelo, paz y tranquilidad cuando estes cruzando por los momentos más oscuros de tu existencia.
La humanidad encuentra alivio cuando se halla bien de salud o hay suficiente dinero para cubrir las necesidades, está tranquila mientras sus planes sean exitosos y estén rodeados de buenos amigos. No obstante, cuando todo eso falla, cuando la salud falta y el dinero o los amigos desaparecen, automáticamente se esfuma toda tranquilidad y parecen caer presos de los sentimientos de ansiedad y desconcierto. Jesús promete que aunque el mundo se nos venga abajo o suframos aflicciones, enfermedades, catástrofes, pobreza o pérdidas; si ESCUCHAMOS sus palabras eternas y CREEMOS en su poder, entonces tendremos paz, una paz sobrenatural y que sobrepasa todo entendimiento. Sin importar tus circunstancias, tu alma estará tranquila.
¡Jesús no te promete la ausencia de Problemas, El promete paz mientras los enfrentas!
Juan 14:27, "La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo".
Dilean Canas
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