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El Camino Bíblico - 11 de Enero

 

Lea Genesis 31

En la lectura de hoy:

El celo de Labán; Jacob huye; Jacob luchó con el Ángel de Jehová; Dios le cambió su nombre para Israel; la paz entre Jacob y Esaú

El egoísmo de Labán y de sus hijos resultó en una actitud hostil contra Jacob, el siervo de Dios. « . . . Jehová dijo a Jacob: Vuélvete a la tierra de tus padres . . . Yo estaré contigo . . . Yo soy el Dios de Betel . . . donde Me hiciste un voto» (Génesis 31:3,13).

Después de 20 años, Jacob volvió a su casa con sus dos esposas, dos concubinas, once hijos y una hija, siervos, y mucho ganado. Esaú, quien había amenazado a Jacob a muerte (27:41-45), venía con 400 hombres: «Entonces Jacob tuvo gran temor» (32:3,6-7). Rápidamente, Jacob dividió en dos campamentos a sus esposas, sus hijos, y su ganado; pensando que si Esaú venía a destruir un campamento, el otro pudiera escapar en dirección opuesta. Entonces, en la oscuridad de la noche, Jacob se encontró solo. Él oró seriamente y le recordó al Señor que Él le había dicho: «Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y Yo te haré bien» (32:9). Aquí necesitamos aprender de Jacob esta lección: primeramente saber lo que Dios ha dicho, y después recordarle al Señor que estamos confiando en Sus promesas.

Jacob estaba también orando por el futuro cumplimiento del pacto de la promesa.

Este justo y humilde siervo del Señor pasó toda la noche solo, agonizando en oración, hasta que él fuese confirmado con el mayor honor dado por Dios a un hombre en la historia del Antiguo Testamento: «No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido» (32:28). Por los siglos el pueblo de Dios sería llamado por su nombre — israelitas. Por medio de su hijo Judá, Jesús el Mesías fue prometido (49:10).

Nosotros también estamos en un pacto de relación con Dios por medio de Jesucristo, nuestro Salvador y Mediador, quien declaró que la vida cristiana requiere una lucha: «Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán» (Lucas 13:24).

Pensamiento para hoy:

Mientras más amamos la Palabra de Dios, más amaremos al Dios de la Palabra.

Lectura opcional: Mateo 11

Versículo de la semana para aprender de memoria:

Deuteronomio 4:2