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El Camino Bíblico - 13 de Febrero

 

Leviticus 19

En la lectura de hoy:

Las leyes de santidad y de justicia para el pueblo y los sacerdotes; el castigo por la idolatría y la inmoralidad; las leyes sobre la contaminación de los sacerdotes

Los sacerdotes tenían que representar al Señor todos los días. También tenían que representarlo en sus vidas personales y relaciones familiares, para que no se blasfemara el santuario de Dios. «Jehová dijo a Moisés: Habla a los sacerdotes hijos de Aarón, y diles que no se contaminen por un muerto en sus pueblos. . . . No se contaminará como cualquier hombre de su pueblo, haciéndose inmundo. . . . Santos serán a su Dios, y no profanarán el nombre de su Dios, porque las ofrendas encendidas para Jehová y el pan de su Dios ofrecen, por tanto, serán santos. Con mujer ramera o infame no se casarán, ni con mujer repudiada de su marido; porque el sacerdote es santo a su Dios» (Levítico 21:1,4,6-7; Ezekiel 44:22). El estado matrimonial del sacerdote era tan importante que Dios repitió: «No tomará viuda, ni repudiada, ni infame ni ramera, sino tomará de su pueblo una virgen por mujer» (Levítico 21:14). El sacerdote representaba al Altísimo Dios. Ciertamente una mayor norma de conducta se le debe requerir al anciano, al ministro, al pastor, al diácono, o al sacerdote de hoy (Tito 1:6-7; I de Timoteo 3:12).

El lóbulo de la oreja derecha del sacerdote, el pulgar de su mano, y el pulgar de su pie derecho tenían que ser ungidos con sangre. La oreja ungida con sangre le recordaba que tenía que oir la voz de Dios por encima de otras voces; el pulgar de la mano ungido con sangre le recordaba el privilegio de poder servir en el tabernáculo como sacerdote; y el pulgar del pie ungido con sangre le recordaba que tenía que vivir en obediencia a la Palabra de Dios (Levítico 8:23).

Por ser el líder espiritual en medio de su pueblo, el sacrificio por los pecados del sacerdote requería un buey, que era el animal de más valor. En comparación, este fue el mismo sacrificio que se requería por los pecados del pueblo. El sacerdote era el modelo de la vida espiritual quien podía influenciar la congregación entera a pecar (4:3,22-23). Como representante de Dios, un sacerdote que desatendía los requisitos del servicio «será cortado de Mi presencia (muerto). Yo Jehová» (22:3-7).

Como creyentes debemos de poner el ejemplo y abstenernos de cualquier conducta que influya a otros a ser menos que lo mejor en Cristo. Pues Él « . . . nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, Su Padre» (Apocalipsis 1:6).

Pensamiento para hoy:

El creyente representa al Señor Dios todo el tiempo.

Lectura opcional: Marcos 11

Versículo de la semana para aprender de memoria: Efesios 3:17