Crosswalk.com

El Camino Bíblico - 25 de Febrero

 

Numbers 14

En la lectura de hoy:

Moisés intercede en oración por los israelitas; la vida malgastada de Israel; las leyes sobre las ofrendas, los pecados, y el día santo

Partiendo del desierto de Sinaí, los israelitas fueron guiados hacia el norte hasta que llegaron a Cades-barnea, donde, por primera vez, el pueblo podía actualmente ver la tierra prometida delante de ellos. La jornada al salir de Egipto, incluyendo los 12 meses que estuvieron en el monte de Sinaí (Horeb), había tomado unos 16 meses. Ahora ellos estaban a la entrada de la gloriosa tierra prometida. Un líder de cada tribu había tomado 40 días para espiar la tierra. Cuando ellos volvieron, los israelitas fueron asegurados por todos los espías que: « . . . Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella» (Números 13:27). Esta fue la confirmación de que la tierra prometida era muy fructuosa. Caleb uno de los 12, rápidamente dijo: « . . . Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos» (13:30). Sin embargo, diez de los espías desanimaron al pueblo, diciendo: « . . . El pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas» (13:28,31). «Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche. Y se quejaron . . . y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto» (14:1-2). Aquí marcó el fin de su viaje a la tierra prometida y empezaron los 38 años de su peregrinaje por el desierto.

El pueblo de Israel, quien « . . . lloró aquella noche» nos recuerda de Esaú quien había crecido descuidando su santo llamamiento y había vendido su primogenitura. «Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas» (Hebreos 12:17); pero Dios no oyó sus oraciones. Su único interés había estado en las ganancias personales, y no en cómo él podía ser usado por el Señor.

El objetivo de Satanás es hacernos tomar decisiones iguales que los israelitas incrédulos y no como Caleb. Satanás busca cómo desviar los pensamientos de los creyente de confiar en el Señor. Tal desviación es una oposición a la mirada de fe que acepta a Dios y a Su Palabra, y que pone al Señor primero y delantero sobre todas las otras consideraciones. « . . . (Acerquémonos) con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura» (Hebreos 10:22).

Pensamiento para hoy:

«Fiel es el que os llama, el cual también lo hará» (I de Tesalonicenses 5:24).

Lectura opcional: Lucas 6

Versículo de la semana para aprender de memoria: Efesios 3:19