Crosswalk.com

El Camino Bíblico - 20 de Marzo

 

 Joshua 20

En la lectura de hoy:

Seis ciudades de refugio fueron establecidas; 48 ciudades fueron dadas a los levitas; los israelitas poseen la tierra

Diferente a todas las otras tribus de Israel, a la tribu de Leví no se le dio un territorio separado (Josué 14:3). «Mas a la tribu de Leví no dio Moisés heredad; Jehová Dios de Israel es la heredad de ellos, como Él les había dicho» (13:33). «Pero los levitas ninguna parte tienen entre vosotros, porque el sacerdocio de Jehová es la heredad de ellos» (18:7).

Los levitas fueron divididos en tres grupos según la descendencia de los tres hijos de Leví, Gersón, Coat, y Merari. Pero solamente esos israelitas que eran descendientes de Leví, por el linaje de Aarón el nieto de Coat, podían ser sacerdotes y servir en el tabernáculo. Sin embargo, aun algunos de estos descendientes eran descalificados físicamente de ser ministros en el altar por inhabilidades o defectos; y algunos eran descalificados espiritualmente por una o más violaciones de los mandamientos (Levítico 21:1-23). Los sacerdotes eran responsables de preservar, de copiar, de enseñar, e interpretar la Ley. Ellos también eran los oficiales civiles responsables por la administración de la Ley (Deuteronomio 17:9-12; 31:9,11,12,26). Todos los levitas, no solamente los que eran responsables de la adoración en el tabernáculo, estaban supuestos a recibir una porción por igual de los diezmos de las otras tribus. Cada tribu tenía que proveer para el bienestar físico de los sacerdotes dentro de su propio territorio. Esto fue establecido por un mandamiento de Dios, y no fue dejado en las manos de la benevolencia del pueblo.

Dios dedicó 42 de los 45 versículos en el capítulo 21 de Josué, para recalcar la obligación de los israelitas, sobre el sostenimiento de los ministros de Su Palabra. Nadie es tan pobre para estar libre de traer su diezmo, lo cual es el diez por ciento de sus ingresos, pues, es un mandato igual para todos. Cuando el pueblo de Israel era fiel en hacer esto, Dios le bendecía con grandeza. Pero cuando ellos faltaban de hacerlo, ellos sufrían.

El apóstol Pablo ilustró esto bien cuando dijo: «Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió . . . Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material? . . . Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio» (I de Corintios 9:9-11,14).

Pensamiento para hoy:

Nada es muy duro para Dios.

Lectura opcional: Juan 11

Versículo de la semana para aprender de memoria: Filipenses 2:15