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El Camino Bíblico - 20 de Abril

 

2 Samuel 23

En la lectura de hoy:

Las últimas palabras del rey David y su último pecado; David edifica un altar; el sacrificio; los tres días de plaga

David nunca perdió una batalla durante su reino de 40 años. Aunque él siempre había orado en sus años de conquista por la dirección del Señor, obviamente su deseo de hacer un censo de su ejército no estaba basado en la amenaza de un ataque del enemigo. Cuando nos sentimos orgullosos, Satanás está listo para sugerir malas ideas, así hizo con David. «Pero Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que hiciese censo de Israel» (I de Crónicas 21:1). El pasaje en Crónicas nos explica un poco más de este incidente en II de Samuel. Del punto de vista de la soberanía absoluta de Dios sobre todas las cosas, incluyendo a Satanás, podemos leer: «Volvió a encenderse la ira de Jehová contra Israel, e incitó a David contra ellos a que dijese: Ve, haz un censo de Israel y de Judá. . . . Después que David hubo censado al pueblo, le pesó en su corazón; y dijo David a Jehová: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto; mas ahora, oh Jehová, te ruego que quites el pecado de Tu siervo, porque yo he hecho muy neciamente. . . . (Y) Jehová oyó las súplicas de la tierra, y cesó la plaga en Israel» (II de Samuel 24:1,10,25).

Fuera inconcebible que Dios hubiese forzado a David a cometer este pecado, y entonces, antes que el censo se cumpliese, destruir por eso setenta mil hombres. (25:15; I de Crónicas 27:24). El Espíritu Santo guio los escritos de II de Samuel para dejarnos ver que todos estamos bajo la soberana voluntad de Dios, quien a veces nos permite seguir nuestros propios caminos obstinadamente, pues Él nunca viola nuestro libre albedrío.

No hay nada por escrito que nos da a saber que hacer un censo estaba prohibido. Pero la Ley sí dijo: «Cuando tomes el número de los hijos de Israel conforme a la cuenta de ellos, cada uno dará a Jehová el rescate de su persona, cuando los cuentes, para que no haya en ellos mortandad cuando los hayas contado. Esto dará todo aquel que sea contado. . . . (La) mitad de un siclo será la ofrenda a Jehová» (Éxodo 30:12-13).

Por razón de esta violación de la Ley, una plaga se extendió sobre la tierra de Israel. Esta gran tragedia experimentada por David es un recordatorio de lo importante que es el orar los unos por los otros para que: « . . . el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran Pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis Su voluntad, haciendo Él en vosotros lo que es agradable delante de Él por Jesucristo» (Hebreos 13:20-21).

Pensamiento para hoy:

Las armas de nuestra milicia son poderosas.

Lectura opcional: Hechos 21

Versículo de la semana para aprender de memoria: Juan 11:26