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El Camino Bíblico - 29 de Abril


1 Kings 19

En la lectura de hoy:

Las amenazas de Jezabel contra Elías; Elías huye; el llamamiento de Eliseo; la muerte de Acab es predicha

Evidentemente, Elías pensó que el milagroso fuego del cielo y el fin de la sequía mostraría que Baal era un dios falso, y que eso resultaría en el arrepentimiento de Acab y Jezabel para venir al Único Dios Verdadero.

Pero, Acab fue al palacio y le dijo a Jezabel lo que había pasado. Respondiendo inmediatamente, «envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos. Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado» (I de Reyes 19:2-3). El acto de evitar a la insensible Jezabel no fue por debilidad, sino por sabiduría. Sin embargo, sintiéndose derrotado y desanimado, Elías oró, y dijo: «Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres» (19:4).

No hay ninguna indicación que Elías aquí trató de suicidarse; él tenía fe en que Dios es el Creador y el Señor de la vida, y que Él es el Único que tiene el derecho para quitar la vida. Lo que él quiso decir es: Yo soy un fracaso. Yo no he cumplido mi misión, y parece que no hay esperanza para restaurar la nación a adorarte a Ti como el Único Dios Verdadero. Sin embargo, Dios amorosamente proveyó las necesidades físicas de Elías cuando le mandó un ángel para suplir su alimento después de su largo viaje (19:5-6). A veces, después de nuestras extraordinarias victorias espirituales, nos tenemos que enfrentar a la oposición y a las «pruebas en el desierto» por un tiempo.

Cuando nos paremos delante del Señor, las obras de cada persona serán juzgadas, no por lo espectacular que fueron pero por su verdadero valor eterno. Todos nosotros tenemos momentos que nos desanimamos y parece que hemos faltado. A veces nuestra estimación de lo que debemos cumplir y lo que Dios estima son bien diferentes. Dios no nos llamó a ser famosos y tener éxito, pero Él nos llamó para estar dispuestos y mantenernos fieles a Dios (I de Corintios 1:9).

Aunque Elías no lo sabía, él sí cumplió con lo que Dios quería que él hiciera. Uno de sus grandes éxitos fue en ver que los líderes del reino de Acab fueron a sus casas con una nueva convicción de que «¡Jehová es el Dios!» (I de Reyes 18:39). Elías les ha dado ánimo a millones de creyentes por haber dicho que: «Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras. . . . Jehová guarda a todos los que le aman, mas destruirá a todos los impíos» (Salmo 145:18,20).

Pensamiento para hoy:

Dios tiene un propósito para todos los contratiempos que tenemos que enfrentar.

Lectura opcional: Romanos 2

Versículo de la semana para aprender de memoria: Juan 13:34