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El Camino Bíblico - 24 de Junio


Job 38

En la lectura de hoy:

El discurso de Eliú es interrumpido por Dios; el desafío de Dios para Job; la debilidad y la ignorancia del hombre; la humillación de Job

¿Es de alguna sorpresa que Dios interrumpe el discurso de Eliú? «Entonces respondió Jehová a Job desde un torbellino, y dijo: ¿Quién es ése que oscurece el consejo con palabras sin sabiduría?» (Job 38:1-2).

Por primera vez desde el principio de sus sufrimientos, Job empieza a oír palabras de consuelo en vez de condenación. El Dios de amor dijo: «Ahora ciñe como varón tus lomos . . . » (38:3). Dios le estaba diciendo a Job algo así: Levántate de esas cenizas; has sufrido mucho; has probado que Satanás es un mentiroso; prepárate para acercarte a Mí. Yo no estoy tan lejos de ti, como cuando dijiste: « . . . no lo hallaré . . . y no lo percibiré . . . yo no lo veré » (23:8-9). Dios le quería decir: Yo quiero que sepas que Yo, y Yo solo, tengo el control del inmenso universo y aún estoy involucrado grandemente en los detalles más pequeños de tu vida.

La segunda declaración de Dios a Job le trajo la misma gran consolación: « . . . Yo te preguntaré, y tú me contestarás» (38:3). Otra vez el Señor le quería decir a Job: Ya no más tienes que oír los insultos de estos hombres crueles, pues Yo estoy en control y Yo te mostraré la más asombrosa sabiduría sobre el universo que se ha revelado a la humanidad. Primeramente, Dios quería que Job considerara las limitaciones de su propia sabiduría cuando las comparaba a la sabiduría del Único Dios que creó el universo: «¿Podrás tú atar los lazos de las Pléyades, o desatarás las ligaduras de Orión?» (38:31). Dios le preguntó a Job unas 60 preguntas en esta primera parte de la conversación (38:1-40:2), y más de 80 preguntas por toda esta narración (38-41). El más sabio astrónomo no puede explicar o cambiar una estrella en el maravilloso despliegue de las Pléyades, una de las más bellas agrupaciones de estrellas.

El Dios Todopoderoso quien creó el universo también nos creó a nosotros, cuida de nosotros, pacientemente oye todas nuestras oraciones, y provee para nosotros todo lo que es mejor con nuestra destinación eterna siempre en mente. Así es que nosotros podemos ver que no estamos capacitados para cuestionar la sabiduría de Dios. Para nuestro Padre Celestial nada se queda sin ver, nadie es pasado por alto o despreciado, y nadie es dejado o echado a un lado. Él es quien imparte la fuerza espiritual y nos sostiene por medio de Su Espíritu Santo que mora en todos los creyentes. Las Palabras de Dios para el apóstol Pablo fueron escritas también para nosotros: « . . . Bástate Mi gracia; porque Mi poder se perfecciona en la debilidad» (II de Corintios 12:9).

Pensamiento para hoy:

El inmenso universo revela los recursos sin límites de Dios y Su sabiduría sin igual.

Lectura opcional: Filipenses 1

Versículo de la semana para aprender de memoria: Lamentaciones 3:22-23