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El Camino Bíblico - 29 de Junio


 Psalms 23

En la lectura de hoy:

El Gran Pastor; el Rey de Gloria; la oración para recibir la dirección de Dios; el amor para con la casa de Dios; la oración para recibir la ayuda de Dios; la adoración sobre el gran poder de Dios

David, el antiguo rey-pastor que se vio a sí mismo como nada más que una ovejuela que necesitaba ser guiada, fue inspirado por el Espíritu Santo a decir: «Jehová es mi Pastor; nada me faltará. . . . Me guiará por sendas de justicia por amor de Su nombre» (Salmo 23:1-3). No hay ningún otro ganado que necesita ser guiado más que la oveja. Dejadas solas, las ovejas fácilmente se separan del rebaño y se extravían del camino. De todos los animales domesticados, las ovejas son las más indefensas y desamparadas.

Por nuestra naturaleza, todos somos como las ovejas. Puede que ciegamente sigamos el mismo camino que ha arruinado las vidas de muchas otras personas. También, a veces nos involucramos tanto en nuestros propios asuntos que perdemos de vista al «Buen Pastor», y nos encontramos separados de Él (Juan 10:11,14).

El problema que casi todos experimentamos es que muchas veces tratamos de ser nuestro propio pastor. Hay algo que es casi terrible sobre las consecuencias de la destructiva actitud de las personas que por voluntad propia se aferran a rechazar ser guiados por «el camino recto». Tales personas están determinadas a seguir su propio camino, aunque el camino que ellos han escogido tomar inevitablemente les llevará a muchos problemas. En efecto, sin «el Buen Pastor» todos nos encontramos como ovejas sin ayuda y sin defensa. Cuando reconocemos esto, llegaremos a confiar por completo en «el Buen Pastor». Todos somos consolados y animados al saber que «Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo» (Salmo 23:4).

Aun «Tu vara y Tu cayado me infundirán aliento» (23:4). También sabemos esto: «Porque el Señor al que ama, disciplina . . . » (Hebreos 12:6).

El mayor deseo de cada ovejuela de Dios debe siempre ser de vivir cada día «derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo» (II de Corintios 10:5). Dios guiará y proveerá por las necesidades diarias de cada creyente que dice: «Tú (Dios) guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en Ti persevera; porque en Ti ha confiado» (Isaías 26:3).

Debemos de orar cada día sabiendo que el Señor: «Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de Su nombre» (Salmo 23:3).

Pensamiento para hoy:

¡A veces los caminos de Dios son diferentes a nuestras expectaciones!

Lectura opcional: Colosenses 2

Versículo de la semana para aprender de memoria: Lamentaciones 3:22-23