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El Camino Bíblico - 15 de Julio


Psalms 119

En la lectura de hoy:

La grandeza, el poder, y la perfección de la Palabra de Dios

El propósito del capítulo más largo de la Biblia es para fijar nuestra atención en la única Guía Infalible para esta vida dada por nuestro Creador. En ella, Dios ha provisto todas las cosas que necesitamos para ser las personas que Él preparó de antemano para que seamos y llegar a cumplir el propósito para el cual Él nos creó. De igual manera e indispensable es conocer a nuestro Creador, el Salvador, y Rey Mesías que pronto vendrá otra vez. Este Salmo empieza con: «Bienaventurados los perfectos de camino, los que andan en la Ley de Jehová. . . . Y con todo el corazón le buscan» (Salmo 119:1-2). Esto quiere decir mucho más que esquivar el pecado o vivir una vida buena. Nuestras bendiciones vienen cuando diligentemente buscamos al Dios mismo.

Como David, todos los que buscan a Dios orarán: «Con todo mi corazón Te he buscado; no me dejes desviarme de Tus mandamientos. En mi corazón he guardado Tus dichos, para no pecar contra Ti» (119:10-11). Es mientras que nos gozamos en la Palabra de Dios « . . . más que de toda riqueza» (119:14) que nuestro compañerismo con el Señor es una seguridad. El salmista continuó diciendo: «No me olvidaré de Tus Palabras» (119:16). Esta manera de olvidarse es mucho más que un lapso momentáneo de nuestra memoria. Esto nos habla de la tendencia a olvidarnos del Señor por el resultado de estar muy involucrados en otros intereses de la vida día tras día y así nos descuidamos de Su Palabra.

Cada día necesitamos orar: «Abre mis ojos, y miraré las maravillas de Tu Ley. . . . Hazme entender el camino de Tus mandamientos, para que medite en Tus maravillas» (119:18,27,35-36). Al hacer esto, tenemos mucho por qué cantar sin mirar a las circunstancias de la vida (119:54). El hijo o la hija de Dios también puede decir junto con el salmista: «Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; mas ahora guardo Tu Palabra. . . . Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda Tus estatutos» (119:67,71).

Aunque él había sido afligido, el salmista no acusó a Dios de falta alguna, ni aun dudó de la sabiduría y la justicia de Dios. Para muchos de nosotros, es en tiempos difíciles que con mucho dolor reconocemos que hemos tomado decisiones erróneas, las cuales nos han llevado a consecuencias dañosas. Aquí es cuando reconocemos que la Biblia es inapreciable, pues ella sola revela los verdaderos valores de la vida y nos prepara para la eternidad. «Me regocijo en Tu Palabra como el que halla muchos despojos» (Salmo 119:162).

Pensamiento para hoy:

El crecimiento espiritual depende del tiempo que pasamos dejando que el Señor nos hable por medio de Su Palabra.

Lectura opcional:

I de Timoteo 6

Versículo de la semana para aprender de memoria: Gálatas 6:8