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El Camino Bíblico - 7 de Enero


Read Genesis 19

En la lectura de hoy:

Sodoma fue destruida; Lot y sus hijas; el nacimiento de Isaac; Agar e Ismael; el pacto entre Abraham y Abimalec

Lot pronto llegó a tener una posición prominente en Sodoma, pues «Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma» donde los casos y los negocios legales eran conducidos (Génesis 19:1). Lot llegó a asociarse con la gente de Sodoma, aunque él estaba « . . . abrumado por la nefanda conducta de los malvados . . . viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos» (II de Pedro 2:7).

Las escrituras denuncian el pecado de la homosexualidad por la cual era conocida Sodoma. Por ser la homosexualidad tan detestable en los ojos de Dios, debemos de orar por todos los pecadores para que se arrepientan y abandonen el pecado (II de Corintios 7:10). La Ley puso el pecado de la homosexualidad junto con los pecados del incesto y de la bestialidad (Levítico 18:22-30; Romanos 1:24-27).

«Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho» (Génesis 21:2).

Isaac, el hijo milagroso de la promesa, entró en la vida de la familia de Abraham, Sara, y Agar la sierva. Ismael, el hijo de Agar, pronto mostró su verdadero carácter en su desprecio de Isaac. En el Nuevo Testamento leemos que: « . . . Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el otro de la libre. . . . pues estas mujeres son los dos pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; éste es Agar . . . Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa. Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora» (Gálatas 4:22,24,28,29).

Estos dos hijos, Ismael e Isaac, ilustran la naturaleza de nuestras vidas. Nosotros somos primeramente «nacidos de la carne» (Juan 3:6), y esto simboliza a Ismael. Pero en aquel día de Pentecostés, cuando la gente preguntó: «¿qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros . . . y recibiréis el don del Espíritu Santo» (Hechos 2:38). El creyente entonces es poseedor de la naturaleza divina de Dios y de la nueva vida en Cristo, y esto simboliza a Isaac, el hijo de la fe (Romanos 10:9-10; I de Juan 3:1-2; 4:15).

El odio de Ismael contra Isaac es simbólico del odio que el mundo tiene contra Cristo y sus seguidores. «Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos» (Gálatas 5:24).

Pensamiento para hoy:

Dios guiará a todos los que leen Su Palabra.

Lectura opcional: Mateo 7

Versículo de la semana para aprender de memoria: Salmos 100:1-2