Dios Sabe...Cuando Necesito Ayuda, Parte 2 - Aventuras en la Historia Sagrada - La Semana del 1 de Agosto

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2022 Aug 01

Dios Sabe...Cuando Necesito Ayuda - Parte 2

Quizá quieras memorizar el Padre Nuestro, pero también deberías hablar con Dios en tus propias palabras. Algunas veces desearás arrodillarte cuando oras; te ayudará a reconocer que Dios es el gran Rey. Pero Dios te escucha si oras en tu escritorio, en el autobús o en el lavabo de la cocina. A menudo cerrarás los ojos para mantener otros pensamientos fuera de tu mente. Doblarás tus manos para mantenerlas alejadas de problemas al orar. Pero si hablas con Dios cuando estás entregando papeles o poniendo la mesa, Él te escuchará. Puedes hablar con Él a cualquier hora del día o de la noche. Nunca recibirás una señal de ocupado.

Dios es tu Amigo. Puedes compartir con Él todo lo que te preocupa. La oración será tan importante para ti como lo es el respirar.

"¿De qué debo orar?" te preguntas. Aquí tenemos cinco sugerencias generales. Puedes hacerlas tuyas, adaptándolas a tu situación.

1. Gracias (¿por la comida? ¿la luz de sol? ¿un buen maestro o amigo? ¿por prometerme _____ en tu palabra?)
2. Por favor, (¿ayúdame a aprender? ¿dame valor? ¿ayúdame a encontrar la llave que perdí? ¿controla mi lengua?)
3. Perdóname (¿por ser grosero con mi mamá? ¿ por ser egoísta con mi hermano? ¿por pensamientos impuros? ¿por mentir?)
4. Pensar en otros (¿ayúdale a papá en su trabajo? ¿dale consuelo a un amigo porque sus papás se están divorciando? ¿dale luz espiritual a mi primo que no cree en la Biblia?)
5. Pensar en Dios (¿Cuan maravilloso eres? ¿Te alabo por ____? ¿Te amo porque ____?

Si no sabes qué decir en oración, ora como quiera. Dios sabe lo que quieres. Él sabe lo que necesitas. De cualquier forma que le hables, Él te entiende. Como una cometa que se levanta en el aire, la oración no trae a Dios hacia ti, sino que te levanta hacia Él. Como la llave de una caja fuerte, la oración te da las riquezas del cielo. Pero una llave no sirve de nada si no la usas. Recuerda que la fe es como una mano que se extiende hacia Dios. Pon la llave de la oración en esa mano y tendrás todo lo que necesites en la tierra (y el cielo).

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