El Rico Insensato - Aventuras en la Historia Sagrada - La Semana del 9 de Mayo

El Rico Insensato

“No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen y donde los ladrones minan y hurtan; mas haceos tesoros en los cielos, donde la polilla ni el orín corrompen, y los ladrones no minan ni hurtan?.”  - Mateo 6:19, 20

Jesus contó una historia para enseñarle a la gente que las riquezas terrenales son perecederas.

“Había un hombre rico,” dijo Jesús, “que tenía una buena hacienda. Un año, sus campos y sus huertos produjeron una cosecha tan abundante, que el hombre no tenía lugar en sus graneros para almacenar la cosecha y las cosas que pudo comprar. Realmente no sabía qué hacer.”

Pero aquel rico sabía que había mucha gente pobre a su derredor que no tenía campos, que no tenía buena ropa o suficiente alimento para comer. Si él les hubiera dado desinteresadamente una parte de su cosecha, el rico habría acumulado tesoros en el cielo. Jesús dijo que cada vez que hacemos algo bueno por otros, es como si se lo hiciéramos a Él.

Pero el hombre rico no se interesaba en el cielo. No estaba interesado en los pobres. Él estaba orgulloso de ser un agricultor excelente y quería quedarse con todas sus ganancias. Se olvidó de toda la gente que trabajó duramente para ayudarle a que tuviera éxito. Sólo pensó en lo que él podía hacer para quedarse con todo.

Si el hombre rico hubiera amado a Dios, habría compartido su riqueza; habría sido un socio con Dios. Habría tenido tesoros en el cielo, y habría sido feliz y rico de verdad.

Pídele a Dios que te de un corazón generoso  para que compartas con Él y tus semejantes. De esta manera acumularás tesoros en el cielo.

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