Talentos Para Jesús - Aventuras en la Historia Sagrada - La Semana del 16 de Mayo

Talentos Para Jesús

“Bien buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu Señor.”  - Mateo 25:23

Jesus iba a regresar pronto a su hogar en el cielo. Pero antes de partir, quería que sus discípulos supieran el trabajo que debían hacer para Él. 

Entonces les contó una historia acerca de un hombre que se estaba preparando para salir en un viaje largo. Antes de salir, el señor reunió a sus tres siervos y a cada uno le dio una parte de sus bienes para que los cuidara. Al más inteligente le dio cinco talentos de plata. A otro que tenía menos habilidad le dio dos talentos de plata. El tercer siervo no sabía mucho de negocios así que el señor le dio solamente un talento de plata. Cuando el señor regresó, llamó a sus siervos y les preguntó qué habían hecho con el dinero que les había dado. El primer siervo negoció con los cinco talentos y ganó otros cinco talentos. "Bien hecho siervo bueno y fiel," le dijo su amo. "Ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más. Entra en el gozo de tu señor." Llamó al segundo siervo y éste le mostró que había invertido los dos talentos y había ganado dos talentos más. El señor también a él le dijo, "Bien hecho, buen siervo y fiel, tu has sido fiel en lo poco; te pondré a cargo de mucho más. Entra en el gozo de tu señor." Entonces llegó el turno del tercer siervo. Él trajo una bolsa vieja, sucia y podrida y la dejó caer en la mesa. "Aquí está," dijo el siervo con una mueca en la cara. "Yo sabía que eras un hombre duro y que probablemente me despedirías si perdía tu dinero. Parece que tu obtienes dinero de donde no hay, sin siquiera intentarlo. Tuve miedo de poder tu dinero, así que lo enterré." Y señalando a la bolsa sucia dijo: "Aquí está tu dinero, hasta el último centavo." El señor se enojó con ese siervo haragán y le dijo: "Si sabías que es difícil llevarse conmigo, ¿cómo te atreviste a esconder mi dinero en la tierra? Al menos, deberías haber puesto mi dinero en el banco para que ganara intereses." El señor le quitó el talento y se lo dio al que tenía diez y lo echó fuera. Y así aquel siervo descuidado perdió su lugar con su señor.

Nosotros somos discípulos de Jesús, igual que los que lo escuchaban aquel día sentados en la ladera de la colina. Nosotros también estamos esperando que regrese y tenemos un trabajo que hacer para Él. Él quiere que usemos nuestros talentos para Él, no importa cuán pocos tengamos o cuán pequeños parezcan.
 
Todos tenemos por lo menos una aptitud. ¿Cuál es la tuya? ¿Puedes cantar o tocar un instrumento? Tal vez puedes contar historias muy bien, o tal vez puedes hacer amigos fácilmente. Esos también son talentos. Tú puedes tener el talento de animar a la gente, o de ayudar a los niños más pequeños a aprender. Si trabajas fielmente en cualquier trabajo que tengas, ese es un talento que puedes usar para Jesús. Otros talentos son tiempo, salud, dinero y educación. Si usamos cada talento que tenemos para Jesús, seremos siervos buenos y fieles. Cuando Jesús venga otra vez, Él nos dirá: “Entra en el gozo de tu Señor.”

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