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El deseo de Dios de encontrarse con el hombre en Pentecostés - Primeros15 - 29 de Septiembre


Tema de la Semana: El Deseo de Dios de Encontrarse con el Hombre

A lo largo de la Biblia vemos innumerables ejemplos de Dios encontrándose con el hombre e innumerables vidas siendo transformadas como resultado de esto. Estos ejemplos se encuentran en las Escrituras para estimular nuestra fe y para llenarnos con el deseo de encontrarnos con nuestro Creador. Cuando leemos acerca de la vida de David, debemos llenarnos de deseos de vivir como él, centrados en encontrarnos con nuestro Padre celestial. Cuando leemos acerca de Gedeón o Moisés, debemos anhelar conocer a nuestro Dios como ellos lo hicieron. Cuando leemos acerca de Jesús viniendo por nosotros o lo que sintió por la mujer sorprendida en adulterio, debemos responder buscando generar encuentros con nuestro Salvador. Cuando leemos acerca de Pentecostés y de la segunda venida de Jesús, debemos buscar la plenitud de la presencia de Dios que está disponible para nosotros en esta tierra como una preparación para la era venidera. Que esta semana tu corazón se llene de un sincero deseo de seguir encontrándote con Dios.

El deseo de Dios de encontrarse con el hombre en Pentecostés

Pasaje Bíblico:“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, vino del cielo un ruido como el de una violenta ráfaga de viento y llenó toda la casa donde estaban reunidos. Se les aparecieron entonces unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse”. Hechos 2:1-4

Devocional:

En el milagroso y poderoso acontecimiento de Pentecostés vemos el deseo de Dios no solo de morar entre nosotros, sino también dentro de nosotros. Se nos ha concedido más intimidad con Dios de lo que hemos comprendido. El Dios de Pentecostés habita en nosotros en este momento como creyentes, listo para equiparnos y capacitarnos para una vida de gran impacto y de relación restaurada. Hechos 2:1-4 dice:

“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, vino del cielo un ruido como el de una violenta ráfaga de viento y llenó toda la casa donde estaban reunidos. Se les aparecieron entonces unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse”.

La Biblia nos dice que, aunque los que estaban allí hablaban muchos idiomas diferentes, todos escucharon a los que estaban llenos del Espíritu Santo declarando “en nuestra propia lengua las maravillas de Dios” (Hechos 2:11). Y al ser lleno nuevamente del Espíritu Santo, Pedro comienza a compartir el evangelio con los presentes. Hechos 2:41 nos dice: “Así, pues, los que recibieron su mensaje fueron bautizados, y aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil personas”. Pedro, quien había negado a Jesús, después de ser empoderado por el Espíritu Santo comienza su ministerio poderoso y valiente de compartir el evangelio con todos aquellos que lo escuchaban.

Efesios 5:18 nos dice: “No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario, sean llenos del Espíritu”. Este pasaje se traduce mejor: “Estén siendo llenos del Espíritu”. El Espíritu Santo es nuestra puerta de entrada a la plenitud vida que tenemos para nosotros en Cristo. Él es el que nos revela la verdad de la Biblia. Él es el que habla a nuestros corazones lo que Dios dice. Él es el que nos hace conscientes de la presencia de Dios y el que nos capacita para hacer las buenas obras que tenemos preparadas desde antes de la fundación de la tierra. Sin una relación con el Espíritu Santo perderemos la increíble vida que nos brinda la vida, la muerte y la resurrección de Jesús.

Dios quiere capacitarte para impactar la tierra como lo hicieron los discípulos. Su plan para ti no involucra lo que es fugaz y temporal. Al final de tu vida, ¿mirarás hacia atrás y estarás agradecido por haberle dicho “sí” a caminar con el Espíritu Santo, o tu vida se llenará de obras que no te sobrevivirán? No desperdicies esta vida estando satisfecho con menos de lo que está disponible para ti. Elige ser lleno del Espíritu Santo nuevamente. Elige buscar una relación sincera con él y dile “sí” a él en cada decisión para que puedas revelarle al mundo la riqueza de la relación que tienes en el Espíritu Santo.

Guía de Oración:

1. Medita sobre la importancia de estar lleno del Espíritu. Permite que la Biblia te llene del deseo de crecer en tu relación con el Dios que habita en ti.

“Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para constituir un solo cuerpo —ya seamos judíos o gentiles, esclavos o libres—, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu”. 1 Corintios 12:13

“¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños”. 1 Corintios 6:19

“No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario, sean llenos del Espíritu”. Efesios 5:18

2.Pídele al Espíritu Santo que te llene de nuevo hoy. Pídele que te revele cuán cerca está de ti para que puedas conocerlo cada vez más. Dile que quieres una mayor relación con él.

3. Pídele al Espíritu Santo que te permita vivir hoy libre de pecado y en la búsqueda total de que la voluntad de Dios sea hecha en la tierra a través de tu vida. Pídele que te dé un testimonio claro de lo que debes y no debes hacer. Comprométete hoy a seguir su guía perfecta.

“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios”. Romanos 8:14

“Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”. Hechos 1:8

No importa dónde trabajes, dónde vivas o cuál sea tu pasado: tú puedes vivir en comunión total con el Espíritu Santo. Sus planes se extienden mucho más allá de tu trabajo o de la familia en la que estás. Él anhela traer el reino a la tierra dondequiera que vayas. Él desea llenarte de amor y gracia para todos aquellos que te rodean, para que puedas llevar hasta ellos la atmósfera del reino. También desea guiarte para que estés cada vez más consciente de su amor y de su presencia en tu vida. Que tu día esté marcado por la alegría y la comunión con el Espíritu Santo.

Lectura Complementaria: Hechos 2

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