Junio 16, 2010
¿Está usted tomando decisiones que su conciencia no le habría permitido tomar en el pasado? Si es así, es posible que se haya vuelto insensible con el tiempo. Y eso es peligroso.
Como dijimos ayer, Dios usa nuestra "brújula moral", junto con la guía del Espíritu Santo, para dirigir nuestra toma de decisiones diariamente. La conciencia actúa como una "alarma" que se activa cuando un creyente está a punto de cometer un pecado, y de esa manera ofrece protección. Pero el pecado puede insensibilizar esa alarma.
El peligroso proceso se inicia cuando decidimos desobedecer, y luego nos negamos a ocuparnos de nuestra rebeldía. La conciencia nos avisa una y otra vez, pero con el tiempo se volverá inútil si persistimos en ignorar la señal de advertencia. Cuando eso sucede, ya no hay ninguna señal del corazón que nos haga volver a la santidad. En otras palabras, la conciencia se ha cauterizado.
Esta situación se asemeja a lo que sucede cuando se eliminan los semáforos en una intersección muy concurrida: es una receta para el desastre. Si usted está en esta situación, doble sus rodillas y arrepiéntase; sumérjase en la Palabra de Dios y cúbrase de oración. Sea honesto con otros creyentes, y busque la comunión con ellos. Una conciencia sana bien vale el esfuerzo.
¿Están sus señales internas funcionando, o se han vuelto sordas? No espere más. La Biblia nos advierte que tenemos un enemigo real que quiere desviar nuestra atención de la santidad, para destruirnos. Dios usa la conciencia limpia para guiarnos, protegernos y darnos su luz y su paz.¿Están sus señales internas funcionando, o se han vuelto sordas? No espere más. La Biblia nos advierte que tenemos un enemigo real que quiere desviar nuestra atención de la santidad.
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