Agosto 18, 2010
Sigamos viendo la oración de Pablo por los colosenses como un modelo a seguir. Ayer tomamos nota de las dos primeras peticiones: que entendieran la voluntad de Dios, y que vivieran de una manera digna de Él. Consideremos ahora las otras cuatro:
- Llevar fruto en toda buena obra (v. 10b). El señor desea que nuestras acciones le traigan gloria. todos parecemos estar muy ocupados, pero ¿son de valor eterno las actividades que ocupan nuestro tiempo?
- Crecer en el conocimiento de Dios (v. 10b) Hay un tesoro de información a nuestra disposición por medio de libros, de sermones y de la tecnología. Pero la petición del apóstol no es solo que los creyentes conozcan hechos acerca de Cristo. Habla de tener un corazón lleno de conocimiento de Él, y no de conocimiento intelectual.
- Ser fortalecidos conforme a su poder (v. 11). Somos débiles cuando confiamos en nuestras propias fuerzas. A veces necesitamos ser puestos de rodillas para ceder el control y poner nuestra confianza en el poder maravilloso de Dios. tener fuerzas para resistir y un enfoque claro en medio de las pruebas de la vida, exige un poder que está más allá de nosotros.
- Ser agradecidos (v. 12). si entendemos cuál es el origen de todo lo bueno que recibimos, podremos vivir con gratitud. El gozo y el contentamiento vienen de un corazón agradecido, no de las circunstancias.
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