Perdón
No juzguen, y no se les juzgará. No condenen, y no se les condenará. Perdonen, y se les perdonará. Lucas 6:37
Tengo muchos pecados, y el peor de todos es contar chistes aun cuando se quejen los que me rodean. A pesar de eso, les voy a contar un cuento que me dijo hace poco una anciana de 90 años.
El cuento comienza en una época en que era costumbre que el matrimonio fuera a ver al pastor el sábado si iban a tomar la Comunión el domingo. Fue durante dicha visita que la esposa dij "Pastor, vivimos en un mundo malvado donde el pecado está en todos. He librado una batalla con el viejo demonio toda la semana".
Al escuchar lo que su esposa acababa de decir, el esposo, que había permanecido callado hasta ese momento se volteó y dij "Ella puede llamarme ‘viejo demonio' si quiere, pero no todo es mi culpa. Ella también es difícil para convivir".
Lo que el esposo no había entendido, es que la esposa no estaba hablando de él, sino del diablo.
Y esto me lleva a preguntar: ¿ha estado usted luchando con el viejo demonio en su vida? Y no me refiero al diablo, sino a esas personas que le hacen la vida imposible. Esas personas que nos sacan de nuestras casillas y que nos hacen actuar menos cristianamente.
Es claro que también es posible que nosotros podamos ser difíciles de tratar. Por mi experiencia puedo decir que todos los que leen esta devoción han hecho algo incorrecto. Y aun cuando nuestros errores no afecten a otros, por seguro no le agradan a Dios.
Es por ello que necesitamos acercarnos al Señor y decir: "Señor, por el perdón ganado por Jesús, ten misericordia de este pecador", y también sería bueno pedirle que nos ayude a perdonar a los demás.
ORACIÓN: Señor, perdóname y ayúdame a perdonar a otros y a reflejar el amor que he recibido de Jesús en aquéllos que no parezcan ser fáciles de amar. En su nombre. Amén.
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