Septiembre 2, 2010
Jericó era la primera ciudad que los israelitas tenían que conquistar en su cruzada por la tierra de canaán. Cuando Josué envió dos espías para explorarla, tal vez no se dio cuenta de que recibiría un destello de la impresionante actividad de dios entre bastidores.
Dios quiere que miremos todos los obstáculos a través del lente de su poder y de sus recursos sin límites. Todo lo que parezca atajar sus planes, es una oportunidad que Él tiene para demostrar su poder soberano. El hecho de que no veamos lo que está sucediendo, no significa que Él esté inactivo.
Recuerde que Dios se mantiene obrando del otro lado de nuestros obstáculos, disponiendo los detalles y llevando a buen término sus planes. Cuando los espías volvieron donde Josué, le informaron que la gente de Jericó estaba muerta de miedo. se habían enterado de la liberación de los judíos de Egipto, y de la división de la aguas del mar rojo, y el temor del señor los tenía inmovilizados.
El escenario estaba listo para la conquista, pero hasta ese momento Josué no había hecho nada. A veces pensamos que tenemos que estar involucrados en la solución de nuestros problemas, pero Dios no está limitado en cuanto a quién o qué puede utilizar para cumplir su voluntad. En este caso, trabajó en el corazón del enemigo al infundirle un temor desmoralizante.
Para los cristianos, los grandes obstáculos no tienen que ser motivo de desaliento. Aunque gran parte de la actividad del señor es callada e invisible, podemos estar seguros de que Él se está ocupando activamente de hacer su voluntad en nuestras vidas. Cuando las piezas de su plan estén en su lugar, Él nos conducirá a la victoria.Podemos estar seguros de que Él se está ocupando activamente de hacer su voluntad en nuestras vidas.
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