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Encuentro con Jesús - 5 de Noviembre, 2010

Noviembre 5, 2010

Mateo 20.25-28 

Según la Biblia, el trabajo debe ser parte de la vida del creyente. Todos tenemos tareas cotidianas, y muchos cristianos trabajan fuera del hogar. Algunas personas ven estas cosas como monótonas. Otros se levantan entusiasmados para enfrentar los desafíos del día. ¿Cuál es su perspectiva?

Hay un importante principio bíblico a seguir si usted quiere disfrutar de su trabajo. Véase a sí mismo como un servidor. Esto puede ser difícil si se siente poco apreciado, o si trabaja con personas difíciles. Pero piense en el ejemplo que el Señor nos ha dejado. Él fue rechazado, torturado y crucificado. Sin embargo, el Señor Jesús estuvo dispuesto a servir aun a sus verdugos con su actitud y, al final, con su vida. Colosenses 3.23, 24 dice: "Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres… porque a Cristo el Señor servís".

Cuando yo estudiaba en la universidad, esto resultó ser una valiosa perspectiva. Trabajaba en la planta de blanqueamiento, que era la labor más incómoda y donde hacía más calor en la fábrica textil local. Al principio, me concentré en lo mucho que me disgustaba este puesto, pero decidí cambiar mi actitud y buscar oportunidades para servir al Señor Jesús por medio de mi trabajo. Por primera vez, el calor no me molestaba. En realidad, estaba ansioso de compartir mi fe con quienes me rodeaban. Las personas escuchaban y respondían, porque observaban mi conducta.

Ningún trabajo es perfecto, pero podemos encontrar satisfacción y entusiasmo cuando elegimos trabajar para Dios. Decida servir a Cristo en todo lo que haga. Después de todo, ¿por qué enfrentar cada día con temor cuando puede hacerlo con gozo y entusiasmo? Ningún trabajo es perfecto, pero podemos encontrar satisfacción y entusiasmo cuando elegimos trabajar para Dios. 

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