Crosswalk.com

El Camino Bíblico - 11 de Mayo

 

1 Chronicles 1

En la lectura de hoy:

El linaje de Jesucristo por medio de Adán, Noé, Abraham, Israel (Jacob), y Judá

Los primeros nueve capítulos de I de Crónicas, con su lista de nombres, pueden que de primera vista no parezcan de mucha importancia. Pero, en esta genealogía antigua se revela el perfecto plan de Dios, y cómo Él seleccionó las personas y el pueblo que estaban capacitados para servirle, empezando con «Adán, Set . . . Enós . . . Noé . . . Abraham . . . Isaac . . . e Israel» (I de Crónicas 1:1,3-4,27-28,34; ver Génesis 5:1-32). Aquí se presenta a Jacob por su nombre dado por Dios « . . . Israel» (ver Génesis 35:9-12).

Esta genealogía era de mucha importancia después del cautiverio de los israelitas. Así, mostró cómo es que Dios continúa protegiendo a las familias en el linaje del Mesías, cual descendencia se puede trazar desde Adán y siguiendo con Abraham y con David. En Lucas 3:23-38, leemos la genealogía de « . . . el Postrer Adán», Jesucristo (I de Corintios 15:22,45), trazándola por todos los nombres aquí escritos en los libros de Crónicas. También de importancia fue que, si el nombre de un hombre no estaba inscrito en la genealogía de Leví, tal persona no podía ministrar en el templo.

Nuestro Señor está en estos días trayendo a Sí mismo « . . . (una) nación santa, pueblo adquirido por Dios» (I de Pedro 2:9), no unidos por la genealogía de sangre humana que empezó con Adán, sino que estamos unidos por el renacimiento espiritual para ser parte de la familia de Dios por la sangre de « . . . el Postrer Adán», Jesucristo.

Jesucristo es el Señor de nuestras vidas en todo aspecto. Podemos estar seguros que todas las cosas que les pasan a los creyentes nunca son «accidentes»; pero sí son permitidos por el Señor, el Ingeniero Mayor, para prepararnos a ser las personas que Él pueda usar para cumplir el propósito por cual Él nos creó. Mientras que leemos toda Su Palabra en oración, Él nos va revelando continuamente Su voluntad para nosotros. Aunque a veces no entendemos la razón por los muchos sufrimientos que Dios permite que lleguen al creyente, Su Palabra nos dice bien claro que Él tiene un propósito eterno por cada sufrimiento y que nuestra nueva vida en Cristo es el principio de la vida eterna.

Esta genealogía es un recordatorio de que muy pronto en el cielo se abrirán los libros finales. Jesús prometió: «El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de Mi Padre, y delante de Sus ángeles» (Apocalipsis 3:5).

Pensamiento para hoy:

No hay «accidentes» para los hijos de Dios.

Lectura opcional: Romanos 14

Versículo de la semana para aprender de memoria:

I de Juan 3:22