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El Camino Bíblico - 19 de Mayo

Lea 1 Chronicles 24

En la lectura de hoy:

Los deberes asignados a los sacerdotes; los músicos y los cantores; la división de los porteros; los tesoreros y otros oficiales

«David y los jefes del ejército apartaron para el ministerio . . . » los levitas, los sacerdotes, los cantores, los porteros, los tesoreros, y otros cargos (I de Crónicas 25:1; 9:22-29) del templo a quienes le encargaron la responsabilidad de la adoración del templo. Los porteros fueron llamados «hombres robustos y fuertes para el servicio» (26:8). Estos eran los coatitas y los meraritas, descendientes de Leví (Génesis 46:11). Los veinticuatro porteros cuidaban las puertas de día y de noche para no permitir que alguien sin autoridad tratase de entrar (I de Crónicas 26:17-18).

Cada posición era igual y de suma importancia para mantener la adoración del templo tal y como ordenó el Señor. Hoy en día, todo lo que se necesita hacer en la iglesia y en los ministerios dedicados a cumplir la gran comisión es también una responsabilidad sagrada de Dios.

Mucho antes, David había hecho planes para hacer a Jerusalén el centro religioso de Israel en llevar allí el arca. Después que Uza murió por tocar el arca, ella había sido llevada a la casa de Obed-edom. Cuando Obed-edom recibió el arca, él recibió mucho más que la Palabra de Dios; él recibió la misma Presencia de Dios que estaba sobre el propiciatorio (Éxodo 25:22; I de Samuel 4:4; II de Samuel 6:2). La Presencia del Señor trajo grandes bendiciones a la casa de Obed-edom. En misma forma, la Presencia del Señor bendecirá también nuestras familias y nuestras casas cuando la Palabra de Dios es preeminente en nuestras vidas.

Algunas personas ignoran el señorío del Maestro y su derecho como dueño de sus vidas y no quieren reconocer su posición como administradores del Señor en sus talentos, en su tiempo, y aun en sus diezmos al Señor. Los cuales se deben usar para Sus propósitos en vez de para nuestros placeres e intereses personales. Dios nos da cada día y nos encarga todos estos dones para llegar a ser como Jesucristo y glorificar Su nombre. Lo que Dios ha puesto en nuestro cuidado puede llegar a ser de grandes bendiciones para otros; pero, si lo usamos para propósitos egoístas, entonces puede llegar a ser una maldición.

En nuestros devocionales familiares, vamos a darle gracias a nuestro Padre Celestial por cada uno de nuestros hijos y vamos a ayudarles a que sepan que ellos son muy importantes para Dios. «El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel . . . Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?» (Lucas 16:10-11).

Pensamiento para hoy:

Lo más supremo en nuestros pensamientos siempre debe ser nuestro Cristo y Su Palabra.

Lectura opcional:

I de Corintios 6

Versículo de la semana para aprender de memoria:

Juan 15:7