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El Camino Bíblico - 15 de Sepa

 

Lea Daniel 1

En la lectura de hoy:

Daniel rechaza la comida del rey; Daniel interpreta el sueño de Nabucodonosor; Sadrac, Mesac y Abed-nego son rescatados del horno de fuego ardiendo

Después de ser capturados, Daniel y un grupo de israelitas escogidos fueron identificados como ciudadanos de Babilonia por sus nuevos nombres que se les dieron. Esto todo fue con la intención de quitarles su identidad como hijos de Dios. La intención del rey fue para que a estos hombres escogidos se les enseñara a pensar y a vivir como los babilonios. El nombre hebreo de Daniel significa «Dios es mi Juez», pero su nombre babilónico de Beltsasar significa «príncipe de Baal». Al oír su nuevo nombre día tras día, Daniel tenía que recordar que su comodidad, su propio estima, y su gran posición de las cuales ahora él se gozaba eran todas el resultado de ser «príncipe de Baal».

« . . . Nabucodonosor (tuvo) sueños, y se perturbó su espíritu. . . . Hizo llamar el rey a magos, astrólogos, encantadores y caldeos, para que le explicasen sus sueños. . . . No hay hombre sobre la tierra que pueda declarar el asunto del rey . . . » (Daniel 2:1-2,10). Pero, después que Daniel y sus compañeros oraron « . . . el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche» y le proclamó al rey: «Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y Él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días» (2:18-19,28).

Daniel le reveló al rey Nabucodonosor que la imagen gigante en su sueño representaba los reinos que gobernarían sobre la tierra. Nabucodonosor fue representado por:«(la) cabeza de (la) imagen (que) era de oro fino». «(Su) pecho y sus brazos, de plata» simbolizaría el imperio de Medopersia, el cual vendría a ser el próximo poder mundial que dominaría al mundo. El imperio de Grecia, representado por «su vientre y sus muslos, de bronce» vendría después (2:32). El cuarto imperio, «sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido» (2:33), representaría el imperio romano. Este ultimo será revivido como un gobierno mundial que será gobernado por el anticristo, quien será destruido en la segunda venida de Jesucristo, quien establecerá:

« . . . un reino que no será jamás destruido» (2:44).

Babilonia y Jerusalén simbolizan dos lealtades diferentes tal y como nuestro Señor habló de las dos puertas, los dos caminos, y los dos señores. ¿Estamos nosotros viviendo según la Palabra de Dios o según los caminos de este mundo? Tal y como Jesucristo nos dijo: «Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas» (Mateo 6:24).

Pensamiento para hoy:

Jesucristo no sólo tiene los asuntos de hoy en día en Sus manos, pero Él también tiene el futuro de nuestras vidas en Sus manos.

Lectura opcional: Apocalipsis 20

Versículo de la semana para aprender de memoria:

Juan 1:11