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El Camino Bíblico - 6 de Octa

 

Lea Matthew 13

En la lectura de hoy:

Las parábolas de Jesús; Juan el Bautista es asesinado; Jesús alimenta a cinco mil; Jesús camina sobre el agua

En la primera parábola que Mateo registró, Jesús describió cuatro clases de respuestas de aquellos que oían Su Palabra. El verdadero discípulo de Cristo es representado por «el que fue sembrado en buena tierra» el cual al mismo tiempo « . . . da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno» (Mateo 13:8-23). Su segunda parábola fue «(la) cizaña» (la hierba mala) que creció en el mismo campo con el trigo pero no produjo fruto (13:24-30). «(La) cizaña» parece idéntica al trigo mientras que está creciendo. En su primera etapa, sólo los expertos conocen la diferencia. Pero, cuando esta hierba mala llega a su madurez, su punta revela que no tiene fruto ni es de valor alguno. En esta parábola, el Maestro nos dice: «Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega . . . » (13:30). Jesús bien nos explica: «El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo» (13:38).

«(La) cizaña» representa las personas que exteriormente parecen ser conversos a Cristo, pero que en verdad nunca han recibido a Jesucristo como Salvador y Señor de sus vidas. Pueden ser miembros de la iglesia, dar sus diezmos, y aun engañar a otros miembros de la iglesia, pero no pueden engañar a Cristo. Puede ser asombroso leer que «Enviará el Hijo del Hombre a Sus ángeles, y recogerán de Su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes» (13:41-42).

Ninguna persona espera ser arrojada a un horno de fuego, donde habrá «el lloro y el crujir de dientes». Jesucristo nos dijo: «porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan» (7:14). Estos pocos tienen características que no son iguales a la mayoría de la gente. Ellos han reconocido que son pecadores y que necesitan al Salvador, y le han preguntado al Señor que les perdone sus pecados, y han puesto a Jesús como el Señor de sus vidas. Ellos también siempre están alegres en asistir a los cultos de adoración los domingos.

La frase: «Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo» (Hechos 16:31), quiere decir mucho más que un asenso mental a este hecho — es un estilo de vida. «(Para) presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de Él; si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído» (Colosenses 1:22-23).

Pensamiento para hoy:

Nuestra fe es fortalecida mientras que obedecemos la Palabra de Dios — la «fuente» de la fe.

Versículo de la semana para aprender de memoria: Mateo 7:1