Palabras amables
Panal de miel son las palabras amables: endulzan la vida y dan salud al cuerpo.Proverbios 16:24
Las personas que van a la iglesia con frecuencia piensan que el sermón que el pastor predica se aplica muy bien a… otra persona.
La semana pasada, un viejo amigo me dijo cómo su pastor había predicado sobre Proverbios 16:24. Ese pasaje dice: “Panal de miel son las palabras amables…”.
El ministro de mi amigo pasó buen rato hablando acerca de cuánto se puede lograr con palabras dulces y amables… mucho más que con las que son dichas con rencor y rabia.
Aparentemente, la esposa de mi amigo prestaba mucha atención al mensaje. Después que el pastor dijo el amén, y mientras la congregación hacia la colecta, ella se volvió a su esposo y le susurró: “Cariño, me encanta ver cómo se te notan los músculos cuando sacas la basura”.
Mi amigo me aseguró que él no se dejaba manipular fácilmente. Sin embargo, cuando saca la basura, a propósito trata de flexionar al máximo cada músculo del cuerpo.
“Palabras que endulzan la vida…”. ¿Alguna vez se le ocurrió pensar que Jesús nos habla con palabras que ‘endulzan la vida’?
En sus parábolas, en sus sermones, en sus oraciones, Jesús siempre habló con palabras que nos traen paz y que nos acercan a él, que entregó su vida para que todos los que en él creemos, seamos perdonados y recibamos la promesa de la vida eterna en el cielo.
¿Hablamos nosotros también con palabras dulces y amables, o con palabras amargas y ofensivas?
Pensemos en todas las posibilidades y oportunidades que tenemos de hablar a los demás acerca de nuestro Salvador y, tanto como nos sea posible, utilicemos palabras que ‘endulcen la vida y den salud al cuerpo’.
ORACIÓN: Señor Dios, ayúdame para que de mi boca sólo salgan palabras de consuelo, ánimo, y fuerza. En el nombre del Señor de la Vida. Amén.
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