Conexión Vertical - 23 de Enero

 

CVC La Voz La mayoría de nosotros conocemos la historia de Job, un hombre que después de gozar de un estilo de vida cómodo y pudiente, en cuestión de horas se encuentra con la terrible noticia que ha perdido todas sus posesiones y sus hijos e hijas han muerto trágicamente. Como si esto no fuera suficiente, Job tiene que enfrentar la lepra; enfermedad que aparte de ser incurable en aquella época, también significaba la peor afrenta y verguenza que alguien podía experimentar.

 

La desesperanza que Job pudo haber experimentado debió haber sido de proporciones gigantescas. Sin embargo, en medio de toda esta confusión y caos Job expresa una de las frases y actos de fe mas sublimes que se hayan grabado en la biblia: “Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo”. Job 19:25

 

La fe de Job no se basaba en las circunstancias, ni en la tragedia que estaba experimentando; su fe se basada en su Dios y redentor, el único que venció la muerte. Su esperanza descansaba en la certeza que su Señor nunca cambia y que al final triunfará sobre toda.

 

Muchos de nosotros también pasamos por pruebas y dificultades, sin embargo, aunque esperamos en Dios y oramos para que nuestra situación cambie, al no ver resultados en un tiempo determinado, nos desanimamos y perdemos la fe. No podemos pensar que cada problema que vivimos se solucionará de la forma en que esperamos, pero si podemos confiar que Dios siempre tendrá la mejor respuesta.

 

Lo ideal en estos casos, es permitir que Dios forme nuestra confianza en Él. Cada adversidad es la mejor oportunidad para que la fe sea moldeada y llegue a ser una fe genuina. No desesperemos al no ver los resultados por los que venimos esperando en el tiempo que anhelamos, sino que tengamos la certeza que aun del polvo o las cenizas, aun cuando parece no quedar nada y todo se ve perdido; nuestro Redentor VIVE. Él ha prometido traer restauración y responder las oraciones de sus hijos. El moverá su mano y nos permitirá ver su gloria.

 

La fe de Job no era para que Dios le devolviera lo que se le había quitado, sino que confiaba en que Dios cuidaba de él en medio de toda esta situación por caótica que fuese. Este hombre no sabia cual iba a ser el final, él no sabia si iba a morir a raíz de la lepra en su cuerpo o si seria sano, Job tampoco podía afirmar si algún día volvería a ver tener hijos o si llegaría a ver a sus nietos correteando en su casa, sencillamente no tenia idea si Dios iba a quitar su afrenta o si moriría con ella. Lo que Job sabia con certeza era que Dios era un Dios real y en su tiempo, cuando Él lo decidiese iba a glorificarse en medio de toda esta situación y efectivamente al terminar de leer el libro de Job vemos que Dios así lo hizo.

 

Lo mas probable es que no sepas la razón o el tiempo que durará tu prueba pero puedes estar seguro que tu Redentor vive y así como venció la muerte, vencerá toda adversidad, cumplirá su propósito, y te mostrara su Gloria. CVC La Voz

 

1 Pedro 4:12-13 “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría”.( RVR1960)

 

 

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