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El Camino Bíblico - 19 de Febrero

 

Numbers 5

En la lectura de hoy:

Las leyes sobre la limpieza, la confesión, la restitución y los celos; el voto de nazareo

El voto de nazareo comprometía a un individuo a una vida consagrada a Dios por un período específico o aun por toda una vida. El voto de nazareo tenía prohibiciones: « . . . no beberá vinagre de vino, ni vinagre de sidra, ni beberá ningún licor de uvas, ni tampoco comerá uvas frescas ni secas. . . . No se acercará a persona muerta. . . . Porque la consagración de su Dios tiene sobre su cabeza. Todo el tiempo de su nazareato, será santo para Jehová» (Números 6:2-8).

La consagración del nazareo a Dios fue expresada en varias formas: [1] En abstenerse de fruto de la vid, su jugo y aun las uvas frescas o las secas, que representaban la satisfacción física; [2] en negarse a ser contaminado con alguien muerto, representando la muerte espiritual (6:6-12). Sin embargo, el hombre con voto de nazareo también tenía que cumplir con su responsabilidad en ofrecer todos los sacrificios usuales, tal como el sacrificio expiatorio. Esto nos muestra que, cuando hacemos todo lo posible para separarnos del mundo, aun no estamos libre de la contaminación espiritual.

Hay solamente dos personas registradas en el Antiguo Testamento con voto de nazareo por vida. Uno fue Sansón (Jueces 13:7), quien falló en su separación del mundo y consecuentemente no cumplió con la oportunidad de guiar a los israelitas en victoria contra los filisteos. Lo contrario a Sansón fue Samuel. La dedicación de Samuel al Señor (I de Samuel 1:28), le guio a libertar la nación de la dominación de los filisteos, y unir las tribus en preparación para un reino unido. Aunque el voto de nazareo ya no se aplica hoy en día, nuestra consagración y dedicación es de suma importancia para cumplir con la voluntad de Dios.

No había nada malo en comer uvas, pues Dios creó el fruto de la vid; pero a veces, aun lo «bueno» puede tomar el lugar de Cristo en nuestras vidas. Todos los que tienen un deseo de dedicar sus vidas a Cristo crucificarán los placeres que interfieren con lo que deben hacer para servirle y cumplir con Su Palabra: « . . . Absteneos de toda especie de mal» (I de Tesalonicenses 5:22).

El apóstol Pablo fue guiado a escribir: «Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta» (Romanos 12:1-2).

Pensamiento para hoy:

La dedicación muchas veces requiere el negarse a sí mismo, a veces aun de cosas que en sí no son pecaminosas.

Lectura opcional: Lucas 1

Versículo de la semana para aprender de memoria: Efesios 3:18