Hagámoslo de todo corazón!
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1 San Juan 1:9
En el reino de Dios sucede algo parecido a lo que cierta vez sucedió en un país. El rey mandó a llamar a sus empleados para que le informaran cómo andaban sus negocios y para que le pagaran todo lo que le debían.
Cuando comenzó a sacar cuentas, le llevaron a un empleado que le debía sesenta millones de monedas de plata. Como el empleado no tenía dinero para pagar, el rey ordenó que lo vendieran como esclavo, junto con su esposa y sus hijos, y que vendieran también todo lo que tenía. Así, con el dinero de esa venta, la deuda quedaría pagada.
Pero el empleado se arrodilló delante del rey y le suplicó: “Señor, deme usted un poco más de tiempo y le pagaré todo lo que le debo.”
El rey sintió compasión de su empleado y le dijo: “Vete tranquilo; te perdono todo lo que me debes.”
Al salir del palacio del rey, ese empleado se encontró con un compañero que le debía cien monedas de plata. Lo agarró por el cuello y le dijo: “¡Págame ahora mismo lo que me debes!”
El compañero se arrodilló delante de él y le suplicó: “Dame un poco más de tiempo y te lo pagaré todo.”
Pero aquel empleado no quiso darle tiempo, y mandó que metieran a su compañero en la cárcel, hasta que pagara el dinero que le debía.
Los otros compañeros, al ver lo que había pasado, se molestaron mucho y fueron a contárselo al rey.
Entonces el rey mandó a llamar a aquel empleado y le dijo: “¡Qué malvado eres! Te perdoné todo lo que me debías, porque me lo suplicaste. ¿Por qué no tuviste compasión de tu compañero, así como yo la tuve de ti?”
El rey se puso furioso, y ordenó que castigaran a ese empleado hasta que pagara todo lo que le debía.
Jesús terminó diciendo: “Eso es lo que les hará mi Padre celestial a ustedes si se niegan a perdonar de corazón a sus hermanos."
La única razón por la que nuestros pecados han sido perdonados, es que en la cruz Jesús pagó completamente el castigo por ellos. Nosotros podemos obtener su perdón si nos postramos al pie de la cruz, llenos de arrepentimiento y los confesamos de todo corazón.
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas. Mateo 6:14-15
Tengamos siempre presente que el perdón cancela el pasado y nos permite comenzar de nuevo.
Brisna Bustamante S.
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