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El Camino Bíblico - 11 de Marzo

 

Deuteronomy 29

En la lectura de hoy:

El pacto de la nueva generación; las advertencias sobre la desobediencia; Josué, el sucesor de Moisés; los últimos consejos de Moisés

El Creador escogió a la pequeña nación de Israel como el pueblo por el cual Él se iba a revelar como el Único Dios Verdadero que existe por Sí mismo. «Guardaréis, pues, las palabras de este pacto, y las pondréis por obra, para que prosperéis en todo lo que hiciereis. . . . (Para) confirmarte hoy como Su pueblo, y para que Él te sea a ti por Dios, de la manera que Él te ha dicho, y como lo juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob» (Deuteronomio 29:9,13). Moisés continuó advirtiendo al pueblo sobre las consecuencias de descuidarse de sus responsabilidades del pacto: «No sea que haya entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Jehová nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de vosotros raíz que produzca hiel y ajenjo, y suceda que al oír las palabras de esta maldición . . . » (29:18-19).

Un pacto es un acuerdo obligatorio entre dos o más personas para hacer o dejar de hacer algunos hechos, en los cuáles ellos aceptan voluntariamente las condiciones del acuerdo. Los israelitas ignoraron su pacto de relación con el Señor y lógicamente sufrieron la pérdida de su tierra.

Cuando los israelitas entraron en la tierra prometida, ellos estaban rodeados de muchas influencias que iban a probar su lealtad al Único Dios Verdadero. Ellos se enfrentaron con pueblos que parecían tener muchas «ventajas», como carros de guerra, y un sistema religioso muy «atractivo», con imágenes que ellos podían ver y tocar. Los israelitas fueron tentados a desviarse de su lealtad a su Dios. En el último mensaje de Josué, él proclamó: « . . . si traspasareis el pacto de Jehová vuestro Dios que Él os ha mandado, yendo y honrando a dioses ajenos, e inclinándoos a ellos. Entonces la ira de Jehová se encenderá contra vosotros, y pereceréis prontamente de esta buena tierra que Él os ha dado» (Josué 23:16).

Mientras que las naciones del mundo se convierten en vecinos cercanos, algunos serán tentados a creer que sus falsos dioses son parte del Único Dios Verdadero, solamente con otro nombre, y que la fe de ellos es también una de las muchas formas de adorar al Dios Todopoderoso. Pero todos los adoradores de esos falsos dioses siempre rechazan y no aguardan «la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo» (Tito 2:13).

Pensamiento para hoy:

Nuestro amor para con Dios es igual que nuestro amor para con la Palabra de Dios.

Lectura opcional: Juan 2

Versículo de la semana para aprender de memoria: Filipenses 2:14