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El Camino Bíblico - 22 de Marzo


Judges 1

En la lectura de hoy:

La tribu de Judá es escogida para guiar en las guerras; ellos faltan en arrojar a los cananeos; la reprimenda del Ángel del Señor; la muerte de Josué

Los israelitas fueron escogidos por el Único Dios Verdadero para manifestar a Dios a las naciones paganas y glorificarle por serle obediente a Su Palabra. Los primeros versículos del libro de Jueces nos dan un sentido de gran esperanza en la total conquista de la tierra como Josué había empezado: «Y fue Judá con su hermano Simeón, y derrotaron al cananeo que habitaba en Sefat, y la asolaron» (Jueces 1:17). Una por una, las ciudades cananeas fueron derrotadas por los israelitas — y después las ciudades de los filisteos (ver 1:10-11,13,17,18). «Y el pueblo había servido a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían visto todas las grandes obras de Jehová, que Él había hecho por Israel» (2:7).

Los israelitas quienes estaban vivos cuando Josué murió reconocieron que Dios era el Capitán y el Rey de ellos, y que Él les había dado la victoria sobre los cananeos. Pero una nueva era en la historia de las 12 tribus empezó muy pronto después de la muerte de Josué.

El mandamiento del Señor de conquistar por completo a Canaán no fue cumplido por el compromiso del pueblo de Israel con los habitantes paganos de la tierra. Pero para aun más disgusto, leemos que: « . . . se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que Él había hecho por Israel. Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales. Dejaron a Jehová el Dios de sus padres . . . Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y dijo: Por cuanto este pueblo traspasa Mi pacto que ordené a sus padres, y no obedece a Mi voz, tampoco Yo volveré más a arrojar de delante de ellos a ninguna de las naciones que dejó Josué cuando murió; para probar con ellas a Israel, si procurarían o no seguir el camino de Jehová» (2:10-22).

Los israelitas escogieron hacer lo que ellos pensaban que era más «humanitario», y crear una coexistencia pacífica con los enemigos de Dios. Quizás ellos razonaron: «¿Cómo puede el Dios de amor destruir un pueblo inocente?» Esto, por supuesto, es un razonamiento humano. El concepto de la «inocencia» de esos pueblos se desaparece cuando vemos la realidad del pecado y el engaño de adorar falsos dioses, lo cual le roba a Dios del amor y de la adoración que sólo le pertenece a Él. La adoración de falsos dioses sólo engaña a los pueblos para que se pierdan eternamente. «Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego» (Apocalipsis 20:12,15).

Pensamiento para hoy:

Si consideramos nuestra culpabilidad, la misericordia de Dios es asombrosa.

Lectura opcional: Juan 13

Versículo de la semana para aprender de memoria: Filipenses 2:15