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El Camino Bíblico - 10 de Abril

 1 Samuel 28

En la lectura de hoy:

David se queda en el territorio de los filisteos; Saúl está perturbado sobre el ejército de los filisteos y consulta con una mujer con espíritu de adivinación que pretende consultar con los muertos

Después que Samuel llegó a ser juez, los filisteos fueron derrotados severamente por sus reuniones de oración en Mizpa, «Así fueron sometidos los filisteos, y no volvieron más a entrar en el territorio de Israel; y la mano de Jehová estuvo contra los filisteos todos los días de Samuel» (I de Samuel 7:13). Pero, « . . . hubo guerra encarnizada contra los filisteos todo el tiempo de Saúl» (14:52).

En los últimos días del reino de Saúl, «Los filisteos juntaron todas sus fuerzas en Afec» (29:1). Saúl fue sobrecogido de terror cuando se dio cuenta del gran poderoso ejército de los filisteos que estaban listos para atacar. ¿Podía Saúl olvidar las palabras de Samuel cuando le había dicho: « . . . Por cuanto tú desechaste la Palabra de Jehová, Él también te ha desechado para que no seas rey»? (15:23). Por su gran celo, Saúl también había intentado matar a David y lo había forzado a vivir en el exilio. Saúl estaba desesperado, «Y consultó Saúl a Jehová . . . » (28:6). Como él había asesinado los sacerdotes de Dios, ¿cómo podía él justamente esperar una respuesta? Que conmovedor es pensar en ver al rey Saúl paseándose por la noche, frenéticamente buscando consejo de la adivinadora en Endor. Él sabía bien que los adivinos, los que practican la adivinación, los hechiceros y los que consultan a los muertos, eran «abominación para con Jehová» (Deuteronomio 18:10-12). Pues un tiempo antes, Saúl los había arrojado de la tierra (I de Samuel 28:3). Sin embargo, la mujer adivinadora no lo pudo ayudar. Al contrario, su temor aumentó aun más después que se le apareció Samuel, quien le dijo: «¿Y para qué me preguntas a mí, si Jehová se ha apartado de ti y es tu enemigo?» (28:16). Al próximo día Saúl, junto con sus hijos, incluyendo a Jonatán, fue matado en la batalla. Al fin de todo Saúl segó lo que había sembrado.

El peor enemigo de Saúl fue él mismo. Él había vivido una vida para sus propios placeres. El poder, las riquezas, la popularidad, y los talentos, son muchas veces un obstáculo para la vida espiritual. Hay personas que buscan dirección de los síquicos, de adivinadores, de sortílegos, y otras personas controladas por demonios, en vez de clamar al Señor en esos tiempos de gran angustia y confiar en el Señor.

El verdadero éxito es el resultado de buscar la voluntad del Señor por medio de leer Su Palabra, mientras que al mismo tiempo oramos para que Él sea quien nos guíe. «Porque . . . Jehová . . . No quitará el bien a los que andan en integridad» (Salmo 84:11).

Pensamiento para hoy:

Si ignoramos la Palabra de Dios somos llevados al engaño.

Lectura opcional: Hechos 11

Versículo de la semana para aprender de memoria: Juan 11:25