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El Camino Bíblico - 13 de Abril

 

2 Samuel 6

En la lectura de hoy:

David trae el arca de Dios para Jerusalén; el pacto de Dios con David, su oración dando gracias, y sus victorias; la bondad de David para con Mefi-boset

David ahora era el rey del reino unido. Él decidió de honrar a Dios en traer el arca del pacto, el lugar donde Dios moraba, para Jerusalén, la cual sería la capital del reino político y religioso del reino de David. Por casi 75 años, durante casi todo el liderazgo de Samuel y los 40 años del reino de Saúl, el arca se había quedado con Abinadab en Quiriat-jearim.

«David volvió a reunir a todos los escogidos de Israel, treinta mil. . . . (Para) hacer pasar de allí el arca de Dios (a Jerusalén). . . . Pusieron el arca de Dios sobre un carro nuevo» (así como los filisteos lo habían hecho muchos años antes cuando lo habían capturado, y ellos siguieron regocijándose para Jerusalén) (II de Samuel 6:1-4). David hizo la procesión un día de fiesta nacional para impresionar sobre todo Israel la importancia de poner a Dios en el centro de su nación.

David muchas veces «consultó a Jehová» sobre lo que tenía que hacer (I de Samuel 23:2,4; II de Samuel 2:1; 5:11, 23), pero en este entonces no pensó que necesitaba orar para transportar el arca a Jerusalén.

Tratando de que el arca no se volcara del carro, « . . . Uza extendió su mano al arca de Dios, y la sostuvo; porque los bueyes tropezaban. . . . (Y) lo hirió allí Dios por aquella temeridad, y cayó allí muerto junto al arca de Dios» (6:6-7). Sin duda, David fue humillado (6:8). ¿Por qué permitió Dios que esto pasase? David se había descuidado de dos instrucciones muy importantes en la Palabra de Dios: el arca tenía que ser llevada por varas sobre los hombros de los sacerdotes, y que la penalidad por tocar el arca era la muerte (Éxodo 25:10-15; Números 3:30-31; 4:15; 7:9; I de Reyes 8:7-8).

Este incidente debe de enseñarnos que es un error muy serio pensar que por una persona ser sincera, que no importa lo que cree o lo que hace. También nos enseña la importancia de aprender bien la Palabra de Dios: «Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de que avergonzarse, que usa bien la Palabra de verdad» (II de Timoteo 2:15).

«Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la Palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros» (II de Tesalonicenses 3:1).

Pensamiento para hoy:

¿Es vuestro mayor interés que Dios sea honrado? Entonces id y decid a vuestros amigos de leer Sus instrucciones.

Lectura opcional: Hechos 14

Versículo de la semana para aprender de memoria: Juan 11:25