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El Camino Bíblico - 3 de Junio


Ezra 6

En la lectura de hoy:

El decreto de Darío para completar el templo; la dedicación del templo; la Pascua es restaurada

Los profetas Hageo y Zacarías les recordaron a los israelitas en Jerusalén que la verdadera razón por la cual la obra del Señor no se terminaba era porque su primer interés estaba en edificar sus casas. Estos hombres ungidos por Dios con denuedo predicaron la Palabra de Dios e inspiraron al pueblo a restaurar el templo: «Y los ancianos de los judíos edificaban y prosperaban, conforme a la profecía del profeta Hageo y de Zacarías . . . Edificaron, pues, y terminaron, por orden del Dios de Israel» (Esdras 6:14).

No tenemos un registro sobre lo que le pasó a los júdios que estaban en Jerusalén desde ese tiempo de Hageo y Zacarías y el tiempo de la venida de Esdras desde Persia unos sesenta años después. Zorobabel, Hageo, y Zacarías habían ya muerto dejando la próxima generación sin líderes espirituales.

Esdras había nacido durante el cautiverio de Babilonia. Él era uno de los descendientes de Aarón, el primer sumo sacerdote de Israel (7:1-5; I de Crónicas 6:3-15). La clave por la cual Esdras fue tan efectivo en cumplir la voluntad de Dios es evidente: «Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la Ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel Sus estatutos y decretos» (Esdras 7:10). Notemos cuidadosamente las tres partes esenciales que le dieron a Esdras su gran éxito: Primeramente, Esdras « . . . había preparado su corazón para inquirir la Ley de Jehová». La palabra «preparado» quiere decir un firme y continuo esfuerzo para conocer toda la Palabra de Dios. La segunda manifestación que las bendiciones del Señor estaban sobre su vida fue que Esdras se había entregado a sí mismo para «cumplir» (obedecer) la Ley de Dios. Y en tercer lugar, él se había preparado para « . . . enseñar en Israel Sus estatutos y decretos».

Esdras estaba bien comprometido en buscar, hacer, y enseñar la Palabra de Dios. Esto nos debe recordar que si queremos que Dios bendiga nuestras vidas nosotros también tenemos que establecer nuestros corazones sobre todo el consejo de Dios. «Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. . . . (Y) la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios» (Efesios 6:16-17).

Esdras es un ejemplo de cómo Dios usará a cualquiera que tome Su Palabra en serio y que « . . . con diligencia . . . usa bien la Palabra de verdad» (II de Timoteo 2:15).

Pensamiento para hoy:

Cuando vivimos para agradar a Dios animamos a otros a ser obedientes al Él.

Lectura opcional:

II de Corintios 5

Versículo de la semana para aprender de memoria: Salmos 1:1-2