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El Camino Bíblico - 18 de Junio


Job 13

En la lectura de hoy:

Job defiende su integridad; Job desea morir; la condenación de Elifaz se intensifica; Job se queja del tratamiento de Dios para con él

Satanás impulsó los ataques contra Job por medio de su esposa y sus «dedicados» amigos en un esfuerzo para comprobar su acusación que Job iba a maldecir a Dios si sus muchas bendiciones fuesen eliminadas.

El sufrimiento de Job se intensificó con muchos días y semanas sin dormir y en dolor con los forúnculos ulcerosos que se intensificaban y sin ningún calmante. Aunque a veces parece que Job dudaba, él siempre terminaba sus comentarios con una gran nota de alabanza a Dios. Job continuamente afirmó: «He aquí, aunque Él me matare, en Él esperaré». Job podía decir con suma confianza: «Sé que seré justificado» (Job 13:15,18).

Aunque sabemos que Job se dio por vencido en recuperar su salud, sus riquezas, sus hijos, o su suma posición entre el pueblo, él no llegó a ser controlado por la amargura o el rencor contra sus acusadores o contra Dios. Al contrario, él miró a su futuro y a estar con Dios después de su muerte, diciendo: «Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir? Todos los días de mi edad esperaré, hasta que venga mi liberación» (14:14), lo que significa: «Después de morir yo viviré otra vez y seré cambiado».

Qué diferente es la actitud de Job a muchas personas hoy en día que les echan la culpa al destino, a las circunstancias, o a otros por lo malo en sus vidas. Fácilmente llegan a estar disgustados, amargados, pesimistas, y llenos de compasión de sí mismos. Su imagen propia depende de las reacciones de otros. Cuando otras personas les alaban su autoestima sube; cuando son criticados o sus planes fallan, se sienten derrotados. Job no necesitaba la alabanza de otras personas para mantener su fe, pues él retenía su confianza en la sabiduría y la justicia de su Creador.

Los creyentes siempre podemos dar gracias a Dios por un Perfecto y Sumo Sacerdote, «por lo cual (Cristo) puede también salvar perpetuamente a los que por Él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos (por nosotros)» (Hebreos 7:25). Porque hemos creído en Jesucristo como el Salvador y Señor de nuestras vidas, debemos de tener un deseo sincero de conocer Su voluntad mientras que leemos toda Su Palabra.

La fe inmutable de Job en Dios fue el resultado de su obediencia a la Palabra de Dios revelada. Él dijo: «Del mandamiento de Sus labios nunca me separé; guardé las Palabras de Su boca más que mi comida» (Job 23:12).

Pensamiento para hoy:

Los tesoros que tenemos guardados en el cielo pagan gran interés.

Lectura opcional: Efesios 1

Versículo de la semana para aprender de memoria: Eclesiastés 12:13