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El Camino Bíblico - 7 de Agosto


Isaiah 32

En la lectura de hoy:

El Rey Justo es predicho; el juicio sobre las naciones; Jerusalén es amenazada; la oración de Ezequías; la destrucción de los asirios

Unos veinte años habían pasado desde que el rey Salmanasar de Asiria y su hijo Sargón habían invadido y destruido el reino del norte de Israel. Esto terminó más de doscientos años durante los cuales los israelitas habían rechazado la Palabra de Dios. «Aconteció en el año catorce del rey Ezequías, que Senaquerib rey de Asiria subió contra todas las ciudades fortificadas de Judá, y las tomó» (Isaías 36:1). Asiria derrotó a 46 de las ciudades y aldeas del pequeño reino del sur de Israel en sólo una campaña militar. También se llevó cautivos cerca de doscientos mil de los habitantes, pero no pudo conquistar a Jerusalén. Durante ese tiempo, todo el oeste de Asia estaba bajo el control de Asiria, incluyendo a Babilonia, Media, Armenia (Ararat), Siria (Aram), Fenicia, Filistea, Edom, y casi toda la tierra prometida.

Por consiguiente, el rey de Asiria demandó que se rindiesen sin condición alguna. «El rey dijo así: No os engañe Ezequías, porque no os podrá librar. Ni os haga Ezequías confiar en Jehová, diciendo: Ciertamente Jehová nos librará . . . (no) escuchéis a Ezequías . . . » (36:14-16).

Al oír esta demanda Ezequías inmediatamente hizo lo que todos debemos hacer cuando recibimos malas noticias: «tomó Ezequías las cartas de mano de los embajadores, y las leyó; y subió a la casa de Jehová, y las extendió delante de Jehová. Entonces Ezequías oró a Jehová, diciendo: Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo Tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; Tú hiciste los cielos y la tierra. Inclina, oh Jehová . . . y oye todas las palabras de Senaquerib, que ha enviado a blasfemar al Dios Viviente. . . . Ahora pues, Jehová Dios nuestro, líbranos de su mano, para que todos los reinos de la tierra conozcan que sólo Tú eres Jehová» (37:14-17,20).

El profeta Isaías le mandó noticias a Ezequías, diciendo: « . . . Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Acerca de lo que me rogaste sobre Senaquerib rey de Asiria. . . . Porque yo ampararé a esta ciudad para salvarla» (37:21,35). Esa misma noche « . . . salió el Ángel de Jehová y mató a ciento ochenta y cinco mil en el campamento de los asirios . . . » (37:36).

Es muy importante para todos nosotros honrar al Señor en nuestras oraciones tal y como lo hizo Ezequías. El Señor todavía dice: «Clama a Mí, y Yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces» (Jeremías 33:3).

Pensamiento para hoy:

Podemos confiar en todas las promesas de Dios; ellas no pueden fallar.

Lectura opcional: Santiago 2

Versículo de la semana para aprender de memoria: Habacuc 3:18