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El Camino Bíblico - 9 de Noviembre


Lea Acts 1

En la lectura de hoy:

La ascención de Cristo; la promesa de la segunda venida del Señor; Matías fue elegido para tomar el lugar de Judas; la venida del Espíritu Santo el día de Pentecostés y el sermón de Pedro

La fiesta (la celebración) del Pan sin levadura representó al Impecable Salvador, quien es: «el Pan de Vida» (Juan 6:35,48) y se celebraba junto con la Pascua. El cordero sin mancha que se ofrecía como un sacrificio durante la Pascua también representaba a Jesús, el Perfecto «Cordero de Dios» (1:29,36).

La tercera fiesta durante la semana de Pascua fue la fiesta de las primicias (los primeros frutos). Era celebrada el domingo después del día que se observaba la Pascua. Fue en este día de las primicias que Jesucristo resucitó: «Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron (de los muertos) es hecho» (I de Corintios 15:20).

Después de esta semana había una segunda gran celebración 50 días después donde cada varón tenía que presentarse anualmente delante de Dios, «Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo . . . siete semanas cumplidas serán. Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano a Jehová» (Levítico 23:15-16). Ésta era la fiesta de la Cosecha de los frutos.

Esta celebración llegó a ser conocida entre los cristianos como el día de Pentecostés (en el griego: pentekoste) que viene de la palabra griega para el número 50 (pentekonta). En ese día, lleno del Espíritu Santo y citando las Escrituras proféticas (Joel 2:28-29), Pedro proclamó: «a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo» (Hechos 2:36). Entonces el gentío le dijo a Pedro y a los discípulos «Varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare» (para ser salvos) (2:37-39). «Y perseveraban en la doctrina (enseñanza) de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones» (2:42).

Las ofrendas requeridas en el día de Pentecostés consistían de dos panes con levadura (Levítico 23:17). Estos panes representaban los creyentes judíos juntos con los gentiles, incluyendo la levadura, que simboliza el pecado, desde que todos los humanos hemos pecado, con la excepcíon de Jesús. Las identidades separadas de los granos eran mezcladas en unidad, y simboliza todos los creyentes que pierden su identidad personal para llegar a ser la Novia de Cristo — Su iglesia (Efesios 5:21-32; I de Corintios 12:27). El apóstol Pablo, años después, nos declaró: «donde no hay griego ni judío . . . sino que Cristo es el todo, y en todos» (Colosenses 3:11).

Pensamiento para hoy:

Necesitamos decirle a otras personas sobre el gozo del compañerismo de los creyentes.

Versículo de la semana para aprender de memoria: Tito 3:3