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Nos toca proclamar - Con Diseño Divino - La Semana del 13 de Diciembre

Con Diseño Divino

Nos toca proclamar

De la Palabra de Dios: “…para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9, NVI).

Aunque no se sabe a ciencia cierta quién lo escribió, el canto navideño que titula este artículo lo tenemos hoy gracias al trabajo de John Wesley Work Jr., quien se dedicó a compilar e imprimir lo que hoy conocemos como “negro spirituals” o las canciones que cantaban los esclavos africanos en las plantaciones y que se transmitían oralmente de una generación a otra. Esta en particular fue publicada en 1907.

Ve y dilo en las montañas es una de las canciones de Navidad más conocidas y cantadas; sin embargo, tal vez por lo familiar no nos damos cuenta de la exhortación que implica para nosotros los cristianos.

Ve, dilo en las montañas, en todas partes y alrededor;

Ve, dilo en las montañas: que Cristo el Rey nació.

¡Esa es la exhortación! La misma con la que Jesús se despidió de sus discípulos y que ahora conocemos como la gran comisión: “Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones…” Eso es “ve y dilo en las montañas”, proclamar a Cristo, por todas partes. Pero, ¿será esa tarea el centro de nuestra Navidad?

Esta época del año está rodeada de tradiciones y, como ya he dicho antes, las tradiciones tienen un valor tremendo: unen a las familias, dan sentido de seguridad a los niños y con los años se convierten en un caudal de recuerdos que disfrutamos y agradecemos.  Ahora bien, Cristo no es una tradición. Cristo es una realidad y el motivo por el cual celebramos la Navidad, y por eso tenemos la obligación de aprovechar la oportunidad para anunciarlo a otros, como dice una de las estrofas:

Y los que son de Cristo debieran proclamar,

Que Cristo al mundo vino los hombres a salvar […]

El mundo ha esperado que Cristo el Rey de paz,

Viniera a esta tierra trayéndole solaz.

Mi querida lectora, el mundo tiene una gran necesidad de Jesús. Todavía hoy muchos siguen esperando ese “solaz”, el consuelo, el gozo que Jesús trajo con su nacimiento. Y esta época del año, aunque rodeada de alegría, es sinónimo de tristeza para muchos porque se sienten solos. ¿Qué mejor regalo que darles esperanza y la posibilidad de tener una alegría, gozo, que sean para siempre?

Pídele al Señor sabiduría y que tus ojos puedan ver a esa persona que necesita que alguien le cuente que Cristo el Rey nació. Incluso quizá sabes de alguien que no tiene con quién compartir la Noche Buena, ¿te atreverías a abrir tu casa, y tu corazón? Tal vez es sea “la montaña” donde puedes proclamar el nacimiento de Jesús.

En la primera Navidad se anunció la llegada del Salvador. A ti y a mí nos toca seguir haciéndolo porque fue la tarea que él mismo nos dio. Así que, ¡ve y dilo en las montañas, en todas partes y alrededor, que Cristo el Rey nació!

(Puedes leer más sobre el tema en “El corazón de la Navidad”, ahora disponible aquíen versión impresa por primera vez).

© 2017 Wendy Bello

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