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Descansa en Dios - Primeros15 - 12 de Julio


Tema de la Semana: Ama a Dios

La vida cristiana está marcada por la sencillez. Jesús resumió nuestro propósito con dos declaraciones: ama a Dios y ama a la gente. Pero en nuestra humanidad hemos hecho complejo lo que Dios diseñó para ser pacífico, lleno de propósito y sencillo. A. W. Tozer comenta en La búsqueda de Dios: “Cada época tiene sus propias características. En este momento estamos en una época de complejidad religiosa. La sencillez que está en Cristo rara vez se encuentra entre nosotros. En su lugar, hay programas, métodos, organizaciones y un mundo de actividades frenéticas que ocupan tiempo y atención pero que nunca pueden satisfacer el anhelo del corazón. La superficialidad de nuestra experiencia interior, el vacío de nuestra adoración y la imitación servil del mundo que marca nuestros métodos de promoción, testifican que hoy solo conocemos a Dios de manera imperfecta, y a su paz casi ni la conocemos. Aún si en medio de todos los aspectos religiosos externos fuéramos capaces de encontrar a Dios, recién allí podríamos transitar el camino de la sencillez”. Que esta semana podamos descubrir la paz y la alegría que se obtienen al buscar un cristianismo sencillo.

Descansa en Dios

Pasaje Bíblico: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana”. Mateo 11:28-30

Devocional:

Uno de los valores simples y medulares de la relación restaurada con nuestro Padre celestial es el descanso. Desde el principio Dios destacó su importancia. Génesis 2:3 dice: “Dios bendijo el séptimo día, y lo santificó, porque en ese día descansó de toda su obra creadora”. Y Hebreos 4:9-13 dice:

“Por consiguiente, queda todavía un reposo especial para el pueblo de Dios; porque el que entra en el reposo de Dios descansa también de sus obras, así como Dios descansó de las suyas. Esforcémonos, pues, por entrar en ese reposo, para que nadie caiga al seguir aquel ejemplo de desobediencia. Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón. Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas”.  

Temo que como hijos de Dios hemos permitido que las ocupaciones y el estrés del mundo influyan mucho más en nosotros que la palabra "viva y poderosa" de nuestro Padre celestial. Estamos diseñados para el descanso. Estamos diseñados para que durante un día completo y varias veces a lo largo de cada día, podamos simplemente disfrutar de Dios y de la vida bendita que nos ha dado. Cuando le damos más valor al éxito y a las ocupaciones que a la relación con Dios y la obediencia a sus mandamientos, nuestras prioridades comienzan a caer fuera de lugar. Cuando elegimos nuestros quehaceres sobre el descanso, le damos más valor a aquello por lo que trabajamos que a nuestra relación restaurada con Dios y la vida abundante que nos dio al morir.

Fuimos creados para trabajar. Antes de que el pecado entrara en la historia de la humanidad, Adán y Eva trabajaron para Dios. El trabajo no es un síntoma de la caída, sino un gozo y un privilegio increíble que nos ha sido otorgado por la mano de nuestro Padre. Pero nuestra sociedad promueve la mentira de que el descanso está directamente relacionado con la pereza o el egoísmo mientras que trabajar siempre es bueno. Trabajar demasiado nos lleva fuera de la gracia y de la provisión de Dios para nuestro trabajo y nos obliga a hacerlo en nuestras propias fuerzas. Dios tiene gracia y planes perfectos para todo lo que él ha puesto delante de ti, pero a menudo en el reposo serás reabastecido de combustible y preparado para recibir esa gracia para cumplir tus tareas. Es en el reposo que nuestras almas se restauran, se reponen y se llenan. Y es en el descanso que podemos tomarnos el tiempo de agradecer y celebrar lo que Dios nos ha ayudado a lograr, en lugar de llevar siempre la carga de la lista interminable de tareas que tenemos ante nosotros.

Seamos hijos que eligen vivir según la palabra y los sistemas de Dios en lugar de hacerlo con los valores y las estructuras del mundo. Seamos hijos que viven con el valor simple y fundamental del descanso siguiendo el modelo de nuestro Padre celestial.

Guía de Oración:

1. Medita en el deseo de Dios de traerte descanso. Permite que la Biblia renueve tu mente y transforme la forma en que vives y tomas decisiones.

“Trabaja durante seis días, pero descansa el séptimo. Ese día deberás descansar, incluso en el tiempo de arar y cosechar”. Éxodo 34:21

“Por consiguiente, queda todavía un reposo especial para el pueblo de Dios; porque el que entra en el reposo de Dios descansa también de sus obras, así como Dios descansó de las suyas. Esforcémonos, pues, por entrar en ese reposo, para que nadie caiga al seguir aquel ejemplo de desobediencia. Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón. Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas”. Hebreos 4:9-13

2. ¿En qué punto has olvidado el descanso del trabajo y las ocupaciones? ¿De qué manera has permitido que la sociedad te influya más que la palabra de Dios?

3. Confiesa a Dios cualquier manera en la que hayas abandonado el descanso y recibe su perdón. Pídele a Dios que te llene con una nueva visión para sus propósitos detrás del descanso. Pídele que te guíe a un estilo de vida que toma un día de reposo. Descansa en él ahora mismo, y permítele que te renueve tus fuerzas y te rejuvenezca con su presencia.

“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana”. Mateo 11:28-30

Una parte importante de ser guiado por el Espíritu es seguir hacia donde te lleva la gracia de Dios. Él tiene gracia y provisión para cada tarea que ha puesto ante ti. Él te ayudará a lograr todo lo que necesitas hacer de manera oportuna y productiva. Si no sientes gracia por la tarea que tienes ante ti, tómate el tiempo para preguntarle al Espíritu qué es lo que quiere que hagas. A veces te responderá en el acto para que puedas seguir trabajando. Otras veces en su lugar tendrá otra cosa para que hagas. Pero a menudo te guiará para que descanses unos momentos y encuentres satisfacción en él, de modo que puedas trabajar con la perspectiva adecuada y con su fuerza en lugar de solo la tuya. Que hoy trabajes y descanses en la gracia y la gloria de tu Padre celestial.

Lectura Complementaria: Hebreos 4

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