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La vida en la esperanza - Primeros15 - 4 de Septiembre


Tema de la Semana: Viviendo para el Cielo

Como hijos de Dios se nos ha dado un nuevo hogar y una nueva esperanza. Que esta semana tu corazón se apasione con la alegría y el propósito de poner en práctica el mandamiento de Dios de vivir para el cielo: “Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra, pues ustedes han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, que es la vida de ustedes, se manifieste, entonces también ustedes serán manifestados con él en gloria”. Colosenses 3:1-4

La vida en la esperanza

Pasaje Bíblico:“Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo”. Romanos 15:13

Devocional:

El mundo es un lugar temeroso y poco satisfactorio si vivimos sin la esperanza de la vida eterna con Jesús. Si no tenemos la expectativa que proviene de la esperanza del cielo, nuestro mundo no tiene motivos para la paz, la celebración o la alegría. Hay vida en la esperanza. Hay alegría en la esperanza. Hay un propósito en la esperanza. La esperanza debe estar en la base de todas nuestras decisiones, emociones y búsquedas. La esperanza nos llena de alegría en medio de la prueba y de perseverancia en medio del fracaso. La esperanza nos guía hacia la vida abundante.

Romanos 8:24-25 dice: “Porque en esa esperanza fuimos salvados. Pero la esperanza que se ve ya no es esperanza. ¿Quién espera lo que ya tiene? Pero, si esperamos lo que todavía no tenemos, en la espera mostramos nuestra constancia”. Tenemos la promesa de la vida eterna en la relación perfecta y cara a cara con nuestro Creador y Sustentador. El Rey de reyes y el Señor de señores espera pacientemente la redención final y la restauración de todas las cosas (Apocalipsis 21:1). Anhela el día en que todo el dolor, las lágrimas, la decepción, la separación y el pecado terminen para siempre (Apocalipsis 21:4). Y anhela llenarnos con la misma esperanza y expectativa que él tiene.

Romanos 15:13 dice: “Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo”. Nuestro Padre celestial anhela convertirnos en un pueblo con esperanza. Él desea que sus seguidores vivan un estilo de vida que declare al mundo: "Esta vida no es todo lo que hay". Anhela llenarnos con una perspectiva celestial para que podamos deshacernos de los placeres mundanos y vivir por la eternidad con él.

Jesús dijo en Mateo 6:19-21: “No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón”. La esperanza de la vida eterna con nuestro Padre debe ser la luz que va permanentemente delante de nosotros, guiándonos. ¿Dónde has puesto tu esperanza? ¿Dónde están los tesoros de tu corazón? Poner nuestra esperanza en el cielo asegura que los tesoros de nuestros corazones estén con nuestro Padre celestial por toda la eternidad. En contraste, cuando atesoramos las cosas del mundo, lo que acumulamos desaparecerá tan rápido como vino.

Tómate un tiempo en la oración guiada para permitir que el Señor te llene con una nueva esperanza por lo que está por venir. Permite que tus perspectivas cambien a la luz de la gloria de una eternidad en comunión total con el Creador. Que la esperanza del cielo te guíe a un estilo de vida en el que guardes tus tesoros y, por lo tanto, tu corazón en tu Padre celestial.

Guía de Oración:

1. Medita en la importancia de la esperanza. Permite que la Biblia cambie tus perspectivas y búsquedas para vivir para el cielo.

“‘Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes’ —afirma el Señor—, ‘planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza’”. Jeremías 29:11

“La esperanza de los justos es alegría, pero la expectación de los impíos perecerá”. Proverbios 10:28 LBLA

2. ¿En qué cosas del mundo has puesto tu esperanza? ¿Qué cosas fugaces y temporales has estado buscando para satisfacer tus anhelos?

“No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón”. Mateo 6:19-21

3. Pídele al Señor que te ayude a poner tu esperanza solo en el cielo. Elige vivir tu vida para tu Padre celestial en lugar de buscar el éxito y la satisfacción en el mundo. Pídele al Espíritu Santo que te revele las formas en las que puedes librarte del mundo y recibir la esperanza del cielo.

“El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia”. Juan 10:10

Que Romanos 5:2-5 sea tu himno de esperanza hoy:

“También por medio de él, y mediante la fe, tenemos acceso a esta gracia en la cual nos mantenemos firmes. Así que nos regocijamos en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios. Y no solo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado”.

Lectura Complementaria: Mateo 6

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