Dios Sabe...Cuando Alguien comete una Torpeza, Parte 1 - Aventuras en la Historia Sagrada - La Semana del 15 de Agosto

Dios Sabe...Cuando Alguien comete una Torpeza - Parte 1

Jesús trajo buenas nuevas a la gente que había arruinado su propia vida. "Al que viene a mí, no le echo fuera." Al inmoral,  Él le trajo esperanza: "Yo tampoco te condeno; ve y no peques más."

A los maestros religiosos del tiempo de Jesús no les agradaba ver que aun la escoria de la sociedad fuera a escucharlo. "Miren eso," seguramente murmuraban. "¡Vean a los pecadores rodeando a Jesús! ¿Acaso no sabe qué clase de gente son?" "Sí," susurró otro, "Este Hombre recibe a los pecadores y come con ellos." Aunque ellos no lo decían como un cumplido, esto era lo mejor que podían haber dicho de Jesús. Cristo acepta a los pecadores como hijos de Dios, como fugitivos bienvenidos de nuevo a casa.

La Oveja
Jesús sabía por qué la gente "respetable" se quejaba. Así que les contó una historia. "Si tuvieran 100 ovejas," preguntó, "¿Quién de ustedes, si pierde una, no dejaría las 99 para ir a buscar la que se perdió hasta encontrarla?" Todos en la multitud sabían acerca de las ovejas. Muchos estaban en el negocio de las ovejas y habían buscado ovejas perdidas antes. Ninguno se olvidaría de una oveja perdida.

La oveja sabe que está perdida. Pero no puede encontrar su camino de regreso a casa.  Está indefensa. El pastor inicia la búsqueda. La llama. Sube. Escucha. Oyendo un suave 'behehe' finalmente la encuentra.

Él no regaña a la oveja por haberse perdido. No la lleva a casa a latigazos. "Cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros, gozoso...... llama a sus amigos y vecinos, diciendo, "¡Gozaos conmigo, porque he encontrado a mi oveja que se había perdido!"

Con esta historia, Jesús mostró como es el carácter de Dios. Él ama a aquellos que se alejan de Su lado. Él busca y cuando encuentra a la herida oveja perdida, la abraza con sus brazos amorosos y la trae de vuelta a la seguridad del redil.

La Moneda
Viendo a las mujeres, Jesús les habló acerca de lo que sucedería si perdieran una moneda. Aunque  tuvieran nueve piezas de plata más, ellas encenderían una lámpara, barrerían la casa y buscarían cuidadosamente hasta encontrar la moneda perdida. Entonces irían a contarles a sus amigos y vecinos para que ellos también se regocijaran.

Dios ama a aquellos que están haciendo mal sin darse cuenta de ello. La moneda no sabía que estaba perdida. El descuido de alguien contribuyó a que se perdiera. Pero la moneda perdida es valiosa. Su dueña la quiere recuperar. De la misma manera, cada persona es preciosa para Dios.   

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