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Escogiendo un centro - Primeros15 - 15 de Octubre


Tema de la Semana: Centrando Tu Vida en Torno a Tu Encuentro con Dios

Esta vida está marcada por una sola elección: ¿en quién o en qué centraremos nuestras vidas? Esta elección nos lleva a cada uno de nosotros por un camino de decisiones que determinan quiénes somos, qué sentimos, a quién o a qué valoramos, y lo que habremos logrado al final de nuestros días. Centrar nuestras vidas alrededor de nosotros mismos o de las cosas de este mundo solo conduce a la destrucción. Pero centrar nuestras vidas entorno a encontrarnos con Dios, llena cada momento con la abundancia gloriosa del amor, la provisión y la paz trascendente de Dios. Que esta semana tu vida esté marcada por la unión con tu Creador mientras exploramos lo que significa centrar nuestras vidas en torno a nuestro encuentro con Dios.

Escogiendo un centro

Pasaje Bíblico“El fin de este asunto es que ya se ha escuchado todo. Teme, pues, a Dios y cumple sus mandamientos, porque esto es todo para el hombre”. Eclesiastés 12:13

Devocional:

¿Cómo sería nuestra vida si realmente centráramos nuestro tiempo, energía, emociones y búsquedas en torno a encontrarnos con Dios? Todos nosotros elegimos centrar nuestras vidas alrededor de algo o alguien. Cada decisión se toma a través del filtro de lo que más valoramos. Algunos de nosotros centramos nuestras vidas alrededor de nosotros mismos. Otros lo hacemos en torno a las opiniones de los demás. Otros optamos por centrar la vida en torno a una noción o concepto, creyendo que éste tiene el mayor valor. Mi oración es que nosotros, como el cuerpo de Cristo, comencemos a centrar nuestras vidas aquí en la tierra alrededor de encontrarnos con nuestro Creador porque él es el destinatario más digno de ser lo que más valoramos.

Centrar nuestras vidas en torno a encontrarnos con Dios es darle valor absolutamente a lo mejor. El Salmo 84:10-12 dice: “Vale más pasar un día en tus atrios que mil fuera de ellos; prefiero cuidar la entrada de la casa de mi Dios que habitar entre los impíos. El Señor es sol y escudo; Dios nos concede honor y gloria. El Señor brinda generosamente su bondad a los que se conducen sin tacha. Señor Todopoderoso, ¡dichosos los que en ti confían!”. Cuando depositamos nuestra confianza y nuestro valor en Dios, nos posicionamos para vivir en comunión con el Padre que nos ama. Nuestro Dios anhela reunirse con nosotros. Él anhela que probemos y veamos su bondad. Solo viviendo para la comunión con nuestro Creador por encima de todo lo demás es que experimentaremos la vida increíble y abundante que Dios anhela darnos.

Durante la mayor parte de mi vida te hubiera dicho que Dios era mi centro. Yo hubiera dicho que Jesús era mi valor más alto. Pero mis acciones, tiempo, pensamientos y emociones de ninguna manera reflejaban esas afirmaciones. Verás, pasamos tiempo con los que más amamos. Centramos nuestras emociones, acciones y pensamientos alrededor de la persona o cosa que más valoramos. A menos que nuestras vidas realmente reflejen que estamos centrados en Jesús, debemos evaluarnos honestamente y pedirle a Dios que nos ayude a hacer cambios. Debemos presentar nuestro quebrantamiento y pecado ante Dios y pedirle su ayuda perfecta para transformarnos en hijos marcados por su presencia.

Centrar nuestras vidas alrededor de cualquier cosa que no sea Jesús solo nos llevará a la decepción y la insatisfacción. Este mundo no tiene nada bueno que ofrecernos. Centrarnos alrededor de nosotros mismos solo aumentará las cargas y el estrés de este mundo. Centrar nuestras vidas alrededor de las personas solo conducirá a una montaña rusa emocional impulsada por el quebrantamiento y la fragilidad de los demás. Y si nos centramos en torno a una idea o concepto solo acumularemos un tesoro tan duradero como este mundo pasajero.

Tómate hoy un tiempo para mirar honestamente a tu corazón. Permite que el Espíritu Santo revele cualquier manera en que tu vida no esté centrada en encontrarse con Dios. Confiesa cualquier búsqueda mundana o egoísta y busca centrar tu vida en torno a una comunión increíble y sin límites con tu buen y amoroso Padre celestial.

Guía de Oración:

1. Medita sobre la importancia de centrar tu vida en torno al encuentro con Dios. Permite que la Biblia avive tu corazón para colocar la comunión con tu Creador en el primer lugar.

“Bueno es el Señor con quienes en él confían, con todos los que lo buscan”. Lamentaciones 3:25

“El fin de este asunto es que ya se ha escuchado todo. Teme, pues, a Dios y cumple sus mandamientos, porque esto es todo para el hombre”. Eclesiastés 12:13

2. ¿En qué áreas tu vida no está centrada en el encuentro con Dios? ¿Dónde has estado colocando tu valor, energía, tiempo y emociones, fuera de Jesús?

“¿Qué busco con esto: ganarme la aprobación humana o la de Dios? ¿Piensan que procuro agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo”. Gálatas 1:10

3. Pídele al Espíritu Santo que te ayude a renovar hoy tu vida. Pídele que te muestre cómo es realmente centrar tu vida en torno al encuentro con Dios. Toma la decisión de valorar tu relación con Dios por encima de todo lo demás.

“Vale más pasar un día en tus atrios que mil fuera de ellos; prefiero cuidar la entrada de la casa de mi Dios que habitar entre los impíos. El Señor es sol y escudo; Dios nos concede honor y gloria. El Señor brinda generosamente su bondad a los que se conducen sin tacha. Señor Todopoderoso, ¡dichosos los que en ti confían!”. Salmo 84:10-12

“A los que me aman, les correspondo; a los que me buscan, me doy a conocer”. Proverbios 8:17

Centrar verdaderamente nuestras vidas en torno a Dios es liberarnos de las limitaciones tanto del mundo como de la religión. Dios no desea el legalismo en nuestros encuentros con él. Él no está enojado contigo porque pasas tiempo con amigos, porque te entretienes o porque disfrutas de otras cosas. Él solo quiere ser el principal anhelo de tu corazón: quiere estar contigo cuando pasas tiempo con tus amigos, con tu familia, cuando te entretienes y cuando haces cualquier otra cosa que tu corazón desea. Por supuesto que quiere que te encuentres con él en privado y que sigas su guía cuando te aleja de algo. Pero a medida que tu corazón sea cada vez más verdaderamente suyo, comenzarás a desear las cosas que él quiere, comenzarás a gastar tu tiempo como mejor se puede gastar, y comenzarás a centrar tu vida verdaderamente en torno a la bondad que solo puedes encontrar en presencia de tu Padre celestial. Que tu día esté marcado por la sencillez y la alegría de estar en comunión con un Dios bueno, cercano y amoroso.

Lectura Complementaria: Salmo 84

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