Finales y comienzos
Pero cuando se cumplió el plazo, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, a fin de que fuéramos adoptados como hijos. Gálatas 4:4-5
Ayer se sentía como si estuviéramos terminando algo. Hoy se siente como si estuviéramos comenzando algo. ¿Cuál de los dos es cierto?
Es muy arbitrario de nuestra parte decidir dónde separar un año del otro. Pero, para ayudar a las estadísticas, hoy es el comienzo de un nuevo año. Hoy es el día en que todos los contadores vuelven a cero, y se empieza a contar otra vez cuántos nacimientos, cuántas muertes, cuántos accidentes. El mundo gira alrededor de días especiales como este y espera que, al comenzar todo de nuevo, de alguna manera las cosas cambien.
Las parejas que se casen en este año, lo harán con la esperanza de vivir muchos años de felicidad y alegría. Los políticos que asuman sus puestos en este año, lo harán con la esperanza de poder cambiar al mundo. Pero, ¿qué piensa el pueblo de Dios acerca del Año Nuevo?
Nosotros sabemos que cada día es un nuevo comienzo. Cada mañana podemos empezar de nuevo en el perdón que Jesús ha obtenido por nosotros. Pero también sabemos que no llegaremos a nuestra meta hasta que llegue el momento elegido por Dios. De la misma forma en que no fue hasta "que se cumplió el plazo" que el Salvador nació y se cumplieron las promesas de Dios, recién cuando llegue el momento que Dios ha dispuesto, después que cada uno haya cumplido cada día que Él nos ha preparado aquí en la tierra, es que finalmente llegaremos a esa meta que tanto deseamos: el fin del tiempo, y el comienzo de la eternidad.
ORACIÓN: Señor, que hoy sea un nuevo comienzo. Que sea el comienzo de mi vida para siempre contigo. Amén.
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