Un propósito firme
Como se acercaba el tiempo de que fuera llevado al cielo, Jesús se hizo el firme propósito de ir a Jerusalén. Lucas 9:51
En estas semanas de Cuaresma hemos visto al Señor Jesús como nuestro Salvador y modelo para nuestra vida. Él sabía lo que le esperaba, y cuándo iba a suceder. Finalmente, llegó el tiempo en que tenía que completar la obra para la cual había sido enviado. San Lucas nos dice: “Jesús se hizo el firme propósito de ir a Jerusalén”. Iba allí para morir.
Jesús sabía exactamente lo que iba a suceder a cada momento; hasta sabía cuándo estaba cumpliendo una profecía del Antiguo Testamento. Sabía que su misión y su obra iban a ser dolorosas, y aún así perseveró hasta el final por usted y por mí.
Él sigue teniendo la misma determinación para ayudarnos en la vida, rescatarnos de los problemas, y darnos su vida abundante. Con el Espíritu de Jesús viviendo en nosotros, tenemos poder para servir a Jesús y a los demás.
¿Qué desafíos está enfrentando en estos momentos para los cuales necesita determinación? ¿Qué puede hacer Jesús por usted? El creer que Jesús llegó hasta la cruz por nosotros produce un verdadero sentido de temor a Dios, de admiración por su sacrificio, y de verdadera adoración, que se muestra en la determinación a servir.
ORACIÓN: Señor Jesús, ayúdanos a dedicarnos a servirte a través de nuestro servicio a los demás, y a entender lo que significa confiar en ti para todo lo que hacemos. Amén.
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