Aventuras en la Historia Sagrada - La Semana del 19 de Diciembre

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2022 Dec 19

Dios Sabe...Cuando Yo Hago lo Correcto y Aun Tengo Problemas - Parte 2
Esteban fue un hombre que hizo las cosas bien y aun así tuvo problemas. Él fue uno de los siete hombres escogidos para ayudar a los discípulos. Estos ayudantes, o diáconos, estaban muy ocupados mientras más y más personas se unían a los creyentes. Esteban se convirtió en un predicador poderoso para Dios. Él estaba lleno de fe. En discusiones públicas, él siempre persuadía a la gente que quería discutir en contra de las enseñanzas de Jesús.

Los dirigentes decidieron matarlo para silenciarlo. Esteban fue traído ante el concilio. Trajeron testigos falsos y torcieron sus palabras tal y como lo hicieron en el juicio de Jesús. Esteban estaba parado allí con su rostro lleno de brillante paz y luz del cielo. Cuando fue interrogado, su defensa cautivó a todos. Recontó cómo Jesús estaba conectado a la historia desde los días de Abraham. Contó acerca de la conducción de Dios en los días de Jacob y José, Moisés y Salomón.

Hizo notar que Dios no está confinado a edificios como el Templo. Pero los dirigentes religiosos estaban mas preocupados por el edificio del Templo en lugar del motivo para el Templo - Jesús, el cordero de Dios. Ellos se irritaron y el sacerdote rasgó sus vestiduras. "Está listo para matarme," pensó Esteban. "Pero no tengo miedo." Él no retractó sus palabras sobre la verdad. Al contrario, habló palabras claras y profundas inspirado por el Espíritu Santo.

Los sacerdotes y dirigentes se enojaron tanto con Esteban que crujían los dientes contra él. Pero Esteban no tenía miedo de morir. Él vio hacia el cielo. Con voz triunfante dijo, "He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios."

Sus enemigos no podían soportar más. Lo arrastraron fuera del pueblo. Afuera de los muros de Jerusalén, se quitaron sus túnicas para poder moverse con libertad y pidieron a Saulo de Tarso que se las cuidara. Luego tomaron piedras y las tiraron a Esteban. Paz del cielo le ayudó a Esteban a mantenerse valiente mientras las piedras lo golpeaban.

"Señor Jesús," oró Esteban, "recibe mi espíritu." Cayendo de rodillas, exclamó, "Señor, no les tomes en cuenta este pecado." Y habiendo dicho esto, murió.

¿Cómo pudo Esteban enfrentar la muerte, así? Una persona que sigue a Cristo de todo corazón encuentra fortaleza para hacer lo que pareciera humanamente imposible. Esteban estaba lleno de fe y del Espíritu Santo. Él sabía que estaba del lado de Dios y que al final el lado de Dios ganará.
"No teman por las cosas que están por sufrir. El diablo está por echarlos en prisión, para probarlos...Sean fieles hasta la muerte, y yo les daré la corona de la vida," prometió Dios.

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