Dios Sabe...Cuando Alguien comete una Torpeza, Parte 2 - Aventuras en la Historia Sagrada - La Semana del 22 de Agosto

Dios Sabe...Cuando Alguien comete una Torpeza - Parte 2

Jesús conto la historia de un muchacho que ESCOGIÓ perderse.

"¿Papá, por qué no divides tus propiedades ahora?" sugirió el muchacho un día. "Yo no quiero esperar a que te mueras para hacer los que yo quiero." Su padre era un hombre sabio. Él sabía que su hijo aprendería a la mala. Así que el padre dividió sus propiedades entre sus dos hijos.

"¡Esto es grandioso!" pensó el hijo. Se sintió libre de hacer lo que le viniera en gana. Pronto, se encontró lejos del hogar. Hizo muchos amigos nuevos que le ayudaron a gastar su dinero y lo llevaron a cometer toda clase de pecados. "¡Qué libertad!" ¡Qué amigos! ¡Qué diversión!" pensaba el muchacho.

Pero luego se le terminó el dinero y eso causó que sus "amigos" lo abandonaran. Para empeorar las cosas, hubo una gran escasez de comida y de trabajo. Finalmente, encontró trabajo cuidando cerdos. Un día, sintió tanta hambre que deseaba comer el alimento de los cerdos. Entonces recordó que los siervos de su padre tenían abundante comida mientras él se moría de hambre. El muchacho decidió, "Iré a mi padre y le diré, 'Padre, he pecado contra el cielo y contra ti y ya no merezco ser llamado tu hijo. Hazme uno de tu sirvientes.'"

Cuando dio la vuelta en la última curva rumbo a su casa, vio a su padre corriendo hacia él. Ignorando las ropas malolientes de su hijo, lo abrazó. El muchacho trató de hablar, "Padre, he pecado contra el cielo y..." Pero su padre no lo dejó terminar. Quitándose su túnica, envolvió a su hijo en ella. Luego ordenó a su siervos que prepararan un banquete para celebrar el regreso de su hijo.

Pero no todos estaban contentos. El hermano mayor se negó a ser parte de la fiesta. Con coraje reclamó, "¡Por años yo he estado aquí trabajando para ti. Tú nunca has dado una fiesta para mí!" El padre le contestó, "¡Pero hijo, todo lo que tengo es tuyo. Teníamos que regocijarnos y estar contentos. Tu hermano se había perdido y ahora ha sido encontrado!

La historia del muchacho perdido continúa. Alguien escoge darle la espalada a Dios. Espera divertirse más haciendo lo que le place, ¿y qué sucede? Se da cuenta que cometió una torpeza. Pero Dios es un Padre que nos ama a todos no importa cuántas torpezas cometamos. La historia del hermano mayor se repite. Alguien comete una torpeza y él no quiere perdonarle. Él piensa que es mejor que el otro. Pero la fiesta alegre CONTINUARÁ, aun si el hermano mayor decide quedarse afuera.

¿Cabes en algún lugar de esta historia? ¿Dónde? Esto es algo para pensar.

Donde encontrar la historia: Lucas 15   

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